Desde un principio consideré que se trataba de un error de la burocracia cultural diplomática de la 4T. Tanto el asunto de Jorge F. Hernández como el de Brenda Lozano, ambos por la posición de agregado cultural de la Embajada de México en España. Uno cesado, la otra designada recientemente por Enrique Márquez, director ejecutivo de la diplomacia cultural del país y compañero cercano de trabajo y subordinado político del canciller Marcelo Ebrard desde los tiempos de Manuel Camacho Solís.
7 de agosto de 2021
Márquez dio a conocer el cese del escritor Hernández argumentando “comportamientos graves y poco dignos de una conducta institucional”, en un segundo comunicado se eliminó la sentencia “graves y”. Todo mundo en los medios y las redes especuló que se trataba de una censura autoritaria dado que el pasado 5 de agosto, Jorge F. Hernández había publicado el buen artículo “Por placer”, una crítica a Marx Arriaga, alto funcionario de la SEP, sin nombrarlo, por haber supuestamente establecido que la lectura por placer era un “acto de consumo capitalista”. La verdad, tanto el ex agregado como los medios no leyeron o lo hicieron mal o no lo hicieron, el texto de Arriaga, pues en realidad dijo “acto individualista”, que pudiera ser similar, pero no es igual ni mucho menos literal. Yo lo establecí en un texto para SDPnoticias, aclarando la frase pero criticando al ya polémico funcionario de la SEP: “Leer por placer o armado y con un cuchillo entre los dientes”.
¿Y por qué fue un error el asunto de Hernández? Pues conociéndolo, leyéndolo, escuchándolo cualquiera sabría que había sido un crítico del presidente López Obrador y que en cualquier momento esa postura afloraría en su libertad de escritor sujetada por una posición burocrática hasta que reventara. Un error nombrarlo pero fue peor echarlo por criticar a un funcionario compañero de gobierno levantándose con ello la especulación de censura. Debido al escándalo, salió Márquez otra vez a escena a decir que el cese no había sido por censura sino por esa conducta grave y poco institucional que se refería a supuestos comentarios misóginos del escritor en una fiesta privada en Ciudad de México contra la embajadora de México en España, su jefa, María Carmen Oñate. No se presentaron pruebas.
16 de agosto
En esa estábamos cuando se nombró sustituta. A la escritora Brenda Lozano. Las redes explotaron de inmediato, pues resultó evidente que ella había sido una anti-amloista declarada, con memes, tuits y retuits contra el presidente y su proyecto. Otro error. Cuestionado en la conferencia matutina en una primera ocasión, López Obrador dio más de media hora de vuelta discursiva que visitó varias ramas de la política nacional para al final de cuentas justificar o al menos desentenderse del nombramiento.
“Es muy difícil encontrar en el aparato administrativo gente que no esté relacionada con académicos, con intelectuales, que dominaron durante mucho tiempo [...] está cundido el país, o sea, de este pensamiento conservador, neoliberal, porque, imagínense, si nada más había dos grupos que dominaban en el mundo de las letras, lo hemos dicho aquí: el de Krauze y el de Aguilar Camín”.
AMLO.
En una segunda ocasión y con las redes haciendo tendencia del tema todos los días, una reportera de la revista Contralínea presionó y cuestionó de nuevo al presidente. Y este se vio orillado a reconocer la indignación de sus simpatizantes en las redes sociales diciendo que pediría a Ebrard designar para el cargo a una poeta indígena. Celebrado de inmediato por sus simpatizantes, me parece que López Obrador comete el error de irse al otro extremo, no tendría que ser forzosamente ni mujer ni indígena ni poeta, basta con la congruencia, la consecuencia, la lealtad y el profesionalismo; pero en fin.
20 de agosto
Brenda Lozano, aunque presionada por las redes, no se decide a renunciar ni le han comunicado la interrupción de su nombramiento. Ha publicado en El País, donde colabora, un argumento en su defensa que no convencerá a sus críticos.
18 de agosto
Quien tuvo que renunciar en carta dirigida al canciller ha sido Márquez, debido a “los recientes y lamentables acontecimientos”, pues considera que sus “espacios de acción e interlocución con la comunidad cultural ya no son los de antes”; ¿los hubo alguna vez o sólo con un grupúsculo?
No obstante, su renuncia, queriendo salvar a Marcelo y evadirlo de la responsabilidad -han argumentado algunos-, de nada sirvió, las redes continuaron hirviendo contra Lozano y demandando una respuesta a Ebrard. Entonces, Márquez quiso salvar a la escritora publicando un texto en su defensa y encarnándola como “la nueva inteligencia social”, responsabilizando a las redes y a “un furibundo militante que es escuchado por el poder”, el muchas veces poco defendible, en efecto, Pedro Salmerón. Naturalmente, esta defensa ha indignado más todavía a las redes, que ya cuentan con la palabra presidencial pero aún con el silencio de Ebrard y la obstinación de Lozano.
Clave de la trama
21 de agosto por la mañana
Leo una entrevista de la Revista Proceso al agregado cultural cesado, “El escritor Jorge F. Hernández detalla su cese en España”. Ahí relata que Márquez le llamó en 27 ocasiones a España, el 7 de agosto, sobre el asunto de una fiesta privada durante las vacaciones del agregado en Ciudad de México.
29 de junio
En esa fiesta, el agregado habría presuntamente insultado a la embajadora Oñate. Ante la insistencia telefónica de Márquez el pasado 7 de agosto, él responde muy en su estilo, “no soy pendejo”. En la comida sólo había dicho que al conocer el discurso del adiós de Pablo Iglesias a la política –dirigente español de Podemos-, y la cita de algunos versos de “El necio”, la canción de Silvio Rodríguez en el mismo (“No sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui”, de tanto gusto en Palacio Nacional ahora), la embajadora había cantado la canción y que un amigo en la fiesta comentó a Hernández que en ese momento debió haber sacado la guitarra y cantado para que su jefa lo conociera como trovador. Todos rieron, incluso el “advenedizo incómodo”.
¿Quién es el “advenedizo incómodo”?
Hernández cuenta la presencia del advenedizo incómodo en esa comida del 29 de junio, donde simuló alegría de ver al escritor. Pero… “Una vez que regresé a España me estuvo escribiendo durante días para acosarme y amenazarme. Dio muestras de una latente psicopatía y nefanda obsesión contra mi persona: durante días me acosó, intimidó y amenazó con el invento de haberme grabado hablando mal de la embajadora en esa comida”.
El escritor decidió denunciar al incómodo advenedizo ante Márquez sin sospechar que este tomaría su denuncia como argumento para el cese; es decir, no habría sido su artículo contra Arriaga: “Márquez tomó unilateralmente la decisión de cesarme, sin consulta alguna a la embajadora Oñate y sin referirle de antemano que la mencionaría como justificación de una decisión arbitraria que enreda al intentar explicarla y sin considerar todas las posibles interpretaciones, explicaciones y elucubraciones”.
Cuestiona Alejandro Gutiérrez, el reportero de Proceso:
– ¿El único comentario sobre la embajadora es que cantó la canción de Silvio Rodríguez?
– Es el único comentario que yo hice de la embajadora.
– ¿Ella sabe esto?
– Por supuesto que lo sabe… No deja de ser una comida privada, y lo que yo informé a mis superiores era para que conocieran del acoso y la amenaza de un loco que entre sus locuras hacía comentarios de ellos.
Mi hipótesis sobre la trama
Sábado 21
Tengo que hacer mi videocolumna para SDPnoticias y después escribir columna para el domingo, ambas con tema semejante; decido hacer primero la segunda. Antes, comparto la entrevista de Proceso en twitter con mi hipótesis sobre el asunto: “@proceso entrevista a @FJorgeFHdz: clave d trama E.Márquez - Brenda Lozano. EM, sin saber @m_ebrard, habría manipulado para cesarlo y colocar a @heraclesmigato ‘amada amiga’ d su hija @marquezabella”. Poco rato después, el autor de “Noche de ronda” le da “me gusta” a mi tuit. No es mi amigo, no lo conozco personalmente, le pregunto qué le parece mi hipótesis; no ha contestado aún, pero lo que al menos esperamos es el nombre del advenedizo incómodo.
Y claro, en las redes no sólo se conocen los memes y las burlas de Lozano contra López Obrador, también ya su estrecha cercanía con la hija de Márquez, la cineasta Alejandra Márquez Abella, quien ha dicho en twitter “siento mucho amor por mis amigas”, lo cual ha sido puesto en retuit y corazón de “me gusta” por Márquez padre.
7 de agosto
Márquez llama a España al escritor Hernández en 27 ocasiones durante ese sábado. Relata el autor: “El diálogo fue muy errático y confuso, porque a cada rato me decía ‘te tengo que colgar’ porque tenía otras cosas que atender; pero en las muchas llamadas me preguntó si yo había hablado mal de la embajadora, le dije que ‘no, no soy tan pendejo’. Y volvía, ‘pero sí te echaste algún comentario’; me insistía que se estaba complicando mucho ‘el caldero’, ‘se están complicando mucho los ánimos (en el gobierno)’, pero sin ser explícito. También preguntó por mi situación económica, y una vez que me comunicó el cese me preguntó qué sentirían mis hijos si me quedaba sin trabajo… Lo que es cierto es que no me insinuó nada respecto a lo que yo escribía [asunto Arriaga]. Creo que el doctor Márquez no sabía por dónde entrar y decirme que estaba decidido mi cese. Creo que esperaba que yo renunciara”.
La suerte del autor estaba echada, y “la suerte” misma: el cese, el nombramiento de Lozano, la presión de las redes, las palabras del presidente sobre una poeta indígena a España, el silencio de Ebrard, la indefinición del asunto por todos estos elementos y el empeño de la escritora anti-Amlo por no renunciar.
Tengo para mí que el orgulloso padre manipuló toda la trama para colocar a la amada amiga de su hija. Típica corrupción de los tiempos priistas, de donde Márquez viene, en los tiempos de la 4T. Cierto es que no tiene buen prestigio entre muchos artistas y la propia Oñate se ha llamado a sorpresa por todo el escándalo. Es claro que Lozano obtuvo su posición por tráfico de influencias. Pero hay responsables mayores en esto, y es una responsabilidad tanto política como ética.
El responsable de la comedia de errores y horrores
El responsable es, para empezar, el presidente, ya sea porque no le alcanza el tiempo, la mirada, el interés y la energía, y porque no tiene colaboradores cercanos que le ayuden en su tarea de transformar el país en los distintos sedimentos de la burocracia y el gobierno. Porque más allá de los secretarios y colaboradores más estrechos (y aun ellos), todos están “jalando para su molino”, todos ven por el interés perverso de su futuro político y el de sus amigos, no por la transformación del país que ambiciona el presidente y urge al país.
Y es responsable porque no puedo aceptar completamente esta declaración del presidente en la conferencia matutina del pasado 19 de agosto: “Nos cuesta trabajo conseguir cuadros honestos, responsables, con convicciones, dispuestos a poner por delante el interés del pueblo, el interés de la nación”. Si esto fuera así, la 4T no se materializará; fracasará.
¿De veras presidente López Obrador, no encuentra dentro de los más de 30 millones que votaron por usted a esos cuadros, a esos perfiles?, ¿acaso han buscado, le ha interesado, le han ayudado, han convocado? Yo le tengo otros datos.
P.d. Mi videocolumna sobre el tema en SDP/FB: