Debanhi Escobar fue hallada sin vida el 21 de abril de 2022 en el municipio de Escobedo, Nuevo León, una de las demarcaciones con mayor número de feminicidios en México.

Ocho meses han transcurrido desde que Debanhi fue encontrada sin vida dentro de una cisterna. Su desaparición y su muerte se hicieron virales… ella se esfumó después de asistir a una fiesta con sus amigas en el Estado de Nuevo León. Han pasado 240 días y el caso aún no se ha resuelto. Sus padres exigieron y exigen justicia. Aseguran que no dejarán de hacerlo, hasta dar con los culpables y castigar también a quienes los han protegido.

La violencia contra las mujeres sigue… cuando se dio a conocer la muerte de Debanhi la sociedad mexicana se solidarizó con los padres, estuvo atenta a las investigaciones. Siguió el caso. Exigió claridad. Hoy, poco se habla de su asesinato.

Un feminicidio más… ¿qué más da? ¡Para qué salen las jóvenes y andan a deshoras por ahí tomando? ¿Qué no tienen padres para que las controlen? Muy lamentable que parte de la sociedad piense así, ¿qué las mujeres no tenemos derecho a divertirnos? ¿Tenemos que vivir con el miedo constante que tal vez nuestra familia jamás nos volverá a ver?

En el caso de Debanhi, hubo como siempre, irregularidades. Carpetas de investigación integradas a modo. La mayoría a favor de los feminicidas; ya sea por estar mal elaboradas o porque los asesinos son influyentes y tienen poder o mantienen alguna mezquina relación con funcionarios o con la policía; saben de antemano que hagan lo que hagan nada les va a pasar.

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Desvíos de información. Silencio. Confabulación. Silencio. Olvido. ¿Dictamen final? Lamentables accidentes… Debanhi murió al caer en una cisterna del motel Nueva Castilla. La fiscalía creyó que el asunto zanjaría ahí, dando pronto carpetazo, mostrando su eficacia… pero su padre, incansable siguió insistiendo, él estaba convencido que su hija no había fallecido a causa de un accidente. Las laceraciones, los golpes que mostraba el cuerpo de su hija hablaban por ella; no eran consistentes a una caída. Se hizo otra autopsia. Sí, su padre tenía razón. Lo más doloroso para su familia era que esta necropsia revelaba que su hija había estado viva durante esas incansables horas que se utilizaron en su vana y falsa búsqueda en motel y sus alrededores.

“¡Mi hija fue plantada ahí!” Gritaba su papá. ¿A quién protege la fiscalía?

La muerte de Debanhi Escobar no se ha resuelto. ¿Acaso hemos olvidado de ella? ¿La indignación tiene fecha de caducidad?

Ariadna Fernanda fue encontrada el pasado 31 de octubre por unos ciclistas a un costado de la carretera Pera-Cuautla, por Tepoztlán, en el Estado de Morelos.

Ariadna salió a divertirse al igual que Debanhi. Fue a comer a un restaurante. Siguió la fiesta en el departamento del novio de su “amiga” Vanessa. Ariadna se sentía en confianza, segura… hasta la fecha no sabemos qué ocurrió con Ariadna Fernanda, solo que se quedó sola con su amiga y con su novio Rautel en el departamento de la calle Campeche. Esperaron a que amaneciera… Rautel saca a Ariadna sin vida. Las imágenes que mostraron las autoridades de la Ciudad de México cuando este sujeto cargaba sin vida a Ariadna son espeluznantes, impactantes; ¿qué le hicieron a Ariadna? Rautel “N” la mete a su camioneta para después dejarla bajo el puente de la carretera.

En mi memoria y en la de muchos permanecerá la imagen de Debanhi cuando espera a un lado de la carretera… ¿qué le pasó a Debanhi? También se divertía con unas amigas que la dejaron sola.

El video en el que Ariadna Fernanda es cargada como fardo y metido en una camioneta… ¿somos ya tan indiferentes, tan faltos de empatía como para olvidar semejantes atrocidades? ¿Nos hemos acostumbrado a la violencia como para ignorar que cientos, miles de mujeres y niñas son asesinadas en México con total impunidad?¿Estamos tan podridos como sociedad como para acostumbrarnos a vivir así?

Tanto la fiscalía de Nuevo León como la de Morelos desestimaron la reacción y la indignación de la sociedad respecto a sus muertes. Las fiscalías dictaminan lo que les da la gana, ¿a cambio de qué? De proteger a gente influyente, a amigos criminales… a la indignación de la sociedad para su pronto olvido.

El fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara trató de encubrir el feminicidio de Ariadna. Se dice que el fiscal mantenía nexos con Rautel “N” quien posee negocios en Morelos. El fiscal dictaminó que Ariadna había fallecido por bronco aspiración; había bebido mucho…

La Fiscalía de la Ciudad de México realizó a petición de los familiares de Ariadna, un nuevo estudio forense. El cuerpo de Ariadna presentaba lesiones por golpes. Se determinó que su muerte fue debido a un trauma múltiple que se califica de mortal.

También el cuerpo de Debanhi a petición y exigencia de sus padres se realizó otra autopsia para desmentir que su muerte había sido por un golpe en la cabeza cuando cayó en la cisterna.

En ambos casos quedan muchas interrogantes. Respuestas que debemos exigir a las autoridades. ¿Quién asesinó a Debanhi? ¿Qué le pasó a Ariadna? ¿Y el fiscal de Morelos quedará impune al declarar que su muerte no era catalogada como feminicidio? ¿Y los de Nuevo León? ¿Los gobernadores?

Miles de niñas, jóvenes y mujeres son asesinadas en este país. Otras, llevan años desaparecidas y las únicas personas que las buscan después son sus madres. Algunas de ellas, han sido asesinadas por buscar a sus hijas o a sus hijos. La vida de estas “madres buscadoras” da un giro brutal, el dolor las mantiene vivas; dejan todo para recorrer la República Mexicana, valientes viajan para meterse en parajes desiertos en donde los criminales sepultan a cientos de personas, encuentran a los hijos de otros, no siempre a los suyos, pero eso les genera algo de paz y algo de esperanza. ¿Ya vemos normal que ellas encuentren fosas por todos lados? ¿Qué escarben y encuentren miles de restos óseos?

¿Cuándo matan a estas madres buscadoras, es justo que su nombre también se pierda en el cajón del olvido?

Recordemos a Debanhi y Ariadna Fernanda. Que sus nombres representen a las miles mujeres que han sido asesinadas.

No “tipifiquemos al feminicidio” como la consecuencia por haber salido, por haber tomado de más, o por haber confiado en alguien perverso que sabe que de antemano haga, lo que haga será protegido por la impunidad.