Irresponsable, impresentable, corriente y vulgar son algunos de los calificativos que se llevó, de manera más que merecida, Henry Martín.
Esto tras emular a un perro orinando luego de conseguir el tercer gol del América en el Clásico de México ante Chivas.
En estos tiempos donde la violencia en el fútbol ya ha dejado varias heridas en el balompié mexicano, los futbolistas no pueden ser tan inconscientes en torno a los terrenos que pisan.
Y es que Henry Martín pudo haber desatado una bronca en la cancha con el riesgo de que se trasladara a las tribunas.
Claro que el Clásico debe de ser pasional y jugarse a tope, como lo hizo el América, pero eso no implica la insensata burla de Henry hacia el rival, el juego y el público.
Eran otros tiempos cuando Cuauhtémoc Blanco hizo ese festejo y en su momento también fue reprobado. Por más que Henry haya querido emular a su idolo, su comportamiento no fue ni responsable ni deportivo.
Por fortuna los jugadores de Chivas tienen atole en la sangre y el público estaba absorto con la estrepitosa derrota porque si no quién sabe que estaríamos reportando en estos momentos.
Y que quede claro, los festejos de gol son y deben de ser la máxima expresión de alegría en el fútbol y es necesario que sigan existiendo, pero no a costa de burlas tan corrientes.
Tan mal actuó Martín que más tarde tuvo que salir a matizar si festejo y de paso ofrecer disculpas a los ofendidos.
Vaya que Henry Martín demostró que es el mejor delantero mexicano de la Liga MX, pero también exhibió incapacidad para hacer una lectura de los álgidos momentos que atraviesa el fútbol nacional en materia de violencia.