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El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, apostó a generar una mayor oferta de energía eléctrica, limpia y renovable a través de una gran inversión para modernizar las plantas hidroeléctricas del país; sin embargo, en las campañas presidenciales, que se están llevando actualmente ninguna de las personas que aspiran a la presidencia hablan de estas centrales eléctricas, que son en la actualidad las más importantes para producir electricidad sin contaminar.
Las centrales hidroeléctricas revisten una gran importancia para la generación de energía eléctrica, por lo que no se entiende que ninguno de los tres candidatos a sustituir en la presidencia a la actual jefe del ejecutivo federal, hable de este tema y si sostengan ásperas discusiones sobre energías limpias.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) es la mayor productora de energías limpias y renovables, principalmente a través de sus 60 plantas hidroeléctricas. Las centrales hidroeléctricas aprovechan la caída de agua y la transforman en electricidad. La energía obtenida mediante ese proceso es limpia y libre de carbono, además de barata.
Las energías limpias (excluyendo a las hidroeléctricas, en poder de la CFE) generan menos de 15% de electricidad en el país. Existe otro problema: la energía que producen las plantas eólicas y fotovoltaicas y que se transfieren a la red de la CFE para su distribución no es continua; por lo que el suministro permanente depende de las fuentes de ciclo combinado, carbón, combustóleo e hidroeléctricas. Esto es, México -como todos los países del mundo- no puede operar en 100% con energías limpias.
En México, la energía hidroeléctrica representa 15% del total de generación de electricidad, según datos de la Secretaría de Energía (Sener) del gobierno de México.
El director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Diaz señaló en la conferencia de prensa matutina del pasado 11 de enero que en todo el país se están modernizando 16 centrales hidroeléctricas y cuatro equipamientos con una inversión de mil 540 millones de dólares.
No se podría avanzar en la autosuficiencia de energía eléctrica sin tomar en cuenta el contexto internacional. El gobierno de la Cuarta Transformación (4T) se ha comprometido a respetar el Acuerdo de París que implica que el país debe cumplir metas específicas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). México se comprometió a que 35% de la energía generada para 2024 y 43% para 2030, sea limpia. Dichos objetivos y otros, como reducir en 25% los GEI de vida corta y en 51% las emisiones de carbono negro requieren incentivos.
Para dar cumplimiento a este acuerdo internacional y además generar electricidad suficiente, el gobierno encontró que la alternativa más viable es la del uso pleno de la capacidad instalada de las hidroeléctricas.
En el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) 2019 – 2033, se plantea reincorporar en el periodo 2021- 2025 alrededor de 471 megawatts de capacidad hidroeléctrica; mediante la rehabilitación y modernización de algunas centrales en operación, así como con el equipamiento de otras instalaciones hidráulicas existentes.
La Comisión Federal de Electricidad anunció en julio del 2021 que invertiría mil millones de dólares para renovar 14 centrales hidroeléctricas del país.
La hoy empresa productiva del Estado señaló en esa ocasión que la modernización de dichas plantas generadoras se realizará a través de un novedoso mecanismo financiero que permitirá a la paraestatal acceder a financiamiento a tasas preferenciales.
La meta de la actual administración federal es incrementar la generación anual en mil 860 gigavatios-hora (GWh). El plan es que estas plantas hidroeléctricas estén listas en el tercer trimestre de 2024. En Puebla, son tres centrales, una en Tlatlauquitepec y dos en General Felipe Ángeles, todas ellas con un porcentaje de avance de más del 70%.
La generación de energía adicional derivada de la modernización de estás hidroeléctricas equivale a 6 parques eólicos u 8 parques fotovoltaicos de 100 MW.
Actualmente la CFE cuenta con 15 centrales hidroeléctricas de gran escala, ubicadas en los ríos Grijalva (Chiapas), Balsas (Guerrero-Michoacán), Santiago (Jalisco-Nayarit), Huites (Sinaloa), Mazatepec (Puebla), Papaloapan (Oaxaca-Veracruz) y Zimapán (Hidalgo-Guerrero), además de 10 de mediana escala y 35 mini hidroeléctricas.
El gobierno federal está construyendo nuevas plantas hidroeléctricas, para aumentar la generación de electricidad limpia y renovable, como la de la presa Santa María en Sinaloa.
Si bien es cierto que el año pasado la generación de electricidad proveniente de las plantas hidroeléctricas bajo por la sequia que se dio en México en 2023 esto podrá compasarse este año con la modernización de estas centrales eléctricas.
Es lamentable que ni Claudia Sheinbaum Pardo, ni Xóchitl Gálvez, ni Jorge Álvarez Máynez, no estén discutiendo sobre la importancia que representa las plantas hidroeléctricas para la generación de energía limpia y renovable.