El ajedrez humano

Agitada la bandera a cuadros y apagados los motores, ocurrió lo impensable, lo que para muchos lucía lejano en un deporte que siempre ha guardado las apariencias, que ha tratado de mantener las formas, pero no esta vez, en un episodio nunca antes visto, la afición que acudió a Austria, al circuito del RedBull Ring, fue acusada de insultos, de gritos, de manifestaciones homofóbicas y discriminatorias.

Lewis Hamilton vs Max Verstappen

Todo empezó en 2021, la rivalidad Hamilton vs Verstappen estalló en el Gran Premio de Silverstone, en la primera vuelta, Max y Lewis se entrelazaron en una batalla por la primera posición que acabó con un toque del Mercedes del británico al Red Bull del Holandés que perdió el control del monoplaza estampándose violentamente a más de 250 kilómetros por hora contra el muro, un impacto de 53 fuerzas G que lo mandaron al hospital ante la celebración masiva de los seguidores de Hamilton, ahí se rompió todo. Max acusó a Lewis de un festejo insultante, mientras él estaba internado, eso, se lo guardaron los neerlandeses, a partir de ahí esperaron el momento para devolver la afrenta, momento que llegó el fin de semana en Austria.

La provincia de Styria, sede del Gran Premio, queda a una hora en avión de Amsterdam, diez horas en coche, pan comido para los tulipanes, que desde que Max Verstappen es protagonista en la F1 emprenden el viaje haciendo suyo el circuito, se hacen llamar la “Armada Naranja”, el 80% de los asistentes eran ellos, al igual que cuando se corre en Bélgica, España y obvio, desde hace un año, Holanda.

En la Q3 del sábado, Lewis Hamilton perdió el control de su coche y se estampó de frente, ahí empezó la “vendetta”, la mayoría de los 50 mil aficionados con playera naranja celebraron como nunca la bandera roja. A Hamilton le molestó, se quejó con los comisarios, fue solo el inicio. El domingo Verstappen no pudo ganar, el Ferrari de Leclerc, sufriendo, se llevó el triunfo, con el abandonó de Carlos Sainz y de Sergio Pérez, el siete veces campeón del mundo en una gran carrera, se subió en tercero al podio, los insultos llegaron.

Red Bull condena lo ocurrido en el GP de Austria

Videos de aficionados de países bajos quemando gorras de Hamilton, después, varios aficionados denunciaron haber sido agredidos verbalmente cuando abandonaban el circuito, insultos homófobos y racistas, a lo que la F1 como la escudería Red Bull, quien es el anfitrión, condenaron los hechos.

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Ahora faltaría ver si realmente tomaran cartas en el asunto, si van a tener cero tolerancia en un tema no menor, que busca erradicarse, no hay lugar para la doble moral, de tibiezas, de intereses económicos o políticos, como ha ocurrido cuando la F1 repudió la invasión Rusa a Ucrania, corriendo a Nikita Mazepin de la escudería Haas alegando formar parte de la oligarquía, mientras ignoró el atentado chiita en Arabia Saudita, cuando cayeron misiles en plenas practicas libres en el GP de Jeddha a solo diez kilómetros del circuito.

Dejemos de una vez por todas el estereotipo de que la afición que va a ver la Formula 1 está por encima de otros deportes solo por acudir a un deporte elitista, no es cierto ni lo uno ni lo otro, el estatus socioeconómico no da la educación, además, la mayoría de holandeses que fueron a Austria, no creo que formen parte de la aristocracia, pero más allá de eso, dejemos fuera del deporte cualquier tipo de manifestación que atente contra alguien, es momento que la F1 ponga mano dura y sea congruente con los mensajes que envía de tolerancia, inclusión y anti racistas.

Luis Enrique Alfonzo en Twitter: @LEAdeportess