Y el día de hoy, hagan de cuenta que llegó Santa Claus Gatell, pero vestido de traje y corbata, con su reno, el doctor Alcocer y con su carita impávida de siempre a traernos albricias y buenas nuevas: El Covid ya ha terminado. ¡Ah! y eso no es todo, ya hay vacunas para niños. ¡Ah! Y eso no es todo, ya no es indispensable el cubrebocas. Todo en un paquete. Todo en un combo. Todo en un día.

Como un milagro divino… Como una forma de tener algo bueno que decir o dar alguna buena noticia con urgencia, porque en este país no se tienen buenas noticias ni las recibimos ni se dan, sale Santa Claus Gatell cargado de regalos.

Qué genial y extraordinaria oportunidad para que Hugo López-Gatell pudiera regalarle buenas noticias al pueblo y este pueblo bueno y sabio se olvidara un poco de tanto dolor.

Pero habemos otros integrantes de ese pueblo que también somos buenos (no sé si sabios) que con extrañeza e incredulidad recibimos las buenas nuevas del subsecretario de salud, porque simplemente en lo personal no confío en él ni en lo que dice ni en este gobierno.

Me suena a puro show y no barato,  es muy muy caro decir y afirmar que todo ya acabó  y que “por ahí de diciembre, como es invierno, nos podríamos volver a preocupar por la pandemia”.

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Y digo que es un show caro porque corresponde al tema de salud.

En Shangai, por ejemplo, están volviendo a realizar pruebas masivas a todos, están habiendo compras de pánico y pruebas masivas, la gente empieza a hacer cuarentena en sus casas. Recuerdo la primera vez que escuché del Covid que se originó en China, me parecía tan lejano y tan difícil de que llegara a México, y finalmente llegó arrasándolo casi todo.

¿Cómo es que el subsecretario se adelante a afirmar que prácticamente ya nos olvidemos del Covid si ni siquiera Tedros Adhanom, director de la Organización Mundial de la Salud se ha pronunciado al respecto?

Pero claro, algo bueno había que salir a decir, en medio de feminicidios, de golpeteos contra periodistas, en medio de una profunda crisis dentro de Morena y del mismo presidente aunque no lo quieran aceptar, salir a decir esto cambia el ánimo de las personas y distrae y eso lo sabe muy bien don Obrador.

Total, unos cuantos contagiados más, o unos miles de contagiados o muertos dan igual,  ya no serán responsabilidad de este gobierno. Como tampoco lo han sido antes.

Yo no confío en el subsecretario de salud  y mucha gente tampoco.  

Hoy habrá dicho esto, pero la gente continúa con la implementación de cubrebocas y de todos los protocolos de siempre. En Querétaro no ha sido distinto, al contrario, el gobernador Mauricio Kuri ha pedido no bajar la guardia y no ha planteado la posibilidad de ya no portar el cubrebocas en espacios abiertos, tal como ya lo hizo Claudia Sheinbaum.

Qué triste cómo ciudadana no confía en casi nadie. Por mi parte prefiero seguir con el uso del cubrebocas.

Otro tema que me preocupa es el de las vacunas pues tengo un hijo de 14 años, pero Gatell no aclara qué vacuna les será aplicada a los niños. Se hablaba de que sería la vacuna “Abdalá”  que es cubana que francamente me da cero confianza hasta por el lineé y de donde viene y ha sido tanta mi desconfianza que ya hasta he perdido  el interés de vacunarlo. A mi hijo ya le dio Covid y le dio de una manera terrible.

Lo malo de no vacunar a los niños es que no pueden ingresar a países extranjeros pero menos podrán ingresar niños mexicanos  con una vacuna que creo no ha sido aprobada ni siquiera  para aplicársele a los menores.

En fin. Que seguimos en el caos y en la mentira.  

Mi consejo: Has lo que creas prudente hacer: síguete cuidando lo más que puedas y atiende las indicaciones de organismos internacionales. Difícilmente se le puede creer a la eminencia doctor Hugo López-Gatell. O al menos, yo no le creo.