La eliminación de la representación proporcional ante el Congreso supondría una inminente e inevitable reestructuración en nuestro sistema de partidos.

Nuestra actual partidocracia policromática acabaría transformándose en un bipartidismo presidencial, tal y como existe en los Estados Unidos. Oficialismo y oposición terminarían por formalizarse como dos partidos políticos amplios e incluyentes.

La coyuntura actual en México de polarización ideológica parece propicia para que esto suceda.

Lo más interesante sería saber qué partidos terminarían integrando cada uno de estos polos político-electorales.

Aunque se antoja claro que el bloque opositor acabaría siendo conformado por los partidos de la Revolución Democrática, Revolucionario Institucional y Acción Nacional. Y que por otro lado, Movimiento Regeneración Nacional y el Partido del Trabajo constituirían el bando oficialista. No obstante, lo que no sabemos es... ¿Qué harían Movimiento Ciudadano y el Partido Verde Ecologista de México?

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En mi opinión, desaparecer legisladores plurinominales sería un acto antidemocrático.

Yo comulgo por la segunda vuelta o balotaje; que en un país como el nuestro funcionaría, permitiendo que candidatos de partidos pequeños tuvieran mayores posibilidades frente a los postulados por las principales fuerzas políticas de México.

Sin embargo, para los legisladores oficialistas los principios básicos de las democracias liberales son vistos como valores hostiles.

Mientras nos representen ignorantes o sumisos al poder, jamás tendremos las reformas electorales que merecemos como país.