EL IMSS EN LA PANDEMIA
La infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) es una de las pandemias más extensas y duraderas que ha enfrentado la humanidad. Si no se detecta y trata oportunamente, el virus puede debilitar al sistema inmunológico, con lo que existe el riesgo de desarrollar las llamadas enfermedades oportunistas. El acceso al tratamiento antirretroviral (ARV) puede evitar este daño o incluso corregirlo, dependiendo de la afectación que haya ocurrido sobre el sistema inmunológico.
Los esquemas de tratamiento ARV de los que se dispone actualmente son altamente efectivos para reducir la cantidad de virus en la sangre de las Personas que Viven con VIH (PVV), teniendo como objetivo el lograr que esta cifra sea indetectable durante muchos años y las PVV tengan una expectativa de vida similar a quienes no viven con VIH, además de disminuir las posibilidades de transmitir el virus a otras personas. La disponibilidad de esquemas de ARV completos -en una sola tableta-, facilitan el apego, la adherencia al tratamiento, y disminuyen la posibilidad de eventos adversos.
Por su parte, considerando que la infección por el VIH puede detectarse aun cuando la persona no tenga síntomas, se aconseja la detección rutinaria de dicha condición en personas con prácticas de riesgo para adquirir la infección. Al respecto de las principales medidas de prevención, las de mayor eficacia son las relacionadas con prácticas sexuales protegidas a través del uso consistente del condón, conocer el estatus de VIH propio y de la pareja sexual, así como evitar el uso de drogas inyectables.
En el marco de las estrategias innovadoras, que ya ocurren en otros países del mundo, se contemplan también el uso de medicamentos preventivos del VIH que son altamente eficientes cuando se toman adecuadamente. En el IMSS se dispone de la Profilaxis Pre Exposición (PrEP) desde diciembre del año 2020. Esta estrategia consiste en la toma de 2 medicamentos combinados en una sola tableta antes de tener una práctica sexual de riesgo. Generalmente se indica la toma diaria del medicamento, pues al dejarlo de tomar la protección se pierde. El medicamento es bien tolerado y la posibilidad de efectos adversos es baja. Las personas que son candidatas a este tratamiento son aquellas con prácticas sexuales sin condón o con múltiples parejas.
No debe confundirse la PrEP con la Profilaxis Post Exposición (PEP), que también corresponde a un tratamiento que previene eficazmente el VIH, pero solo se toma por un mes posterior a que ocurrió una práctica de riesgo. Para un mayor nivel de protección debe iniciarse dentro de las 72 horas posteriores a la relación de riesgo y en este caso se toman 3 medicamentos.
Tanto en el caso de la PrEP como de la PEP se realiza un seguimiento médico antes y después de haber iniciado el tratamiento, y la periodicidad de los estudios es diferente para cada estrategia, por lo que se recomienda acudir a su médico.
La detección oportuna del VIH y el acceso efectivo a estas nuevas modalidades de prevención, son clave para reducir los casos nuevos de VIH y contribuir con ello a cambiar el rumbo de la pandemia por el VIH.