Ya apareció el peine. ¿Dónde? Un periodista de Palencia, España, lo encontró en la caja del pan. Así lo contó Gonzalo Ortega Aragón en su ensayo “Palabras y dichos esclarecidos”. A nadie se le habría ocurrido buscarlo en ese lugar, pero ahí estaba. No es el único refrán sobre el peine. Conozco otro que me gusta más —creo que es ciento por ciento mexicano, aunque no se utiliza demasiado—: el peine que más raspa es el mejor para quitar la caspa.
El casposo posdebate se ha estado utilizando para intentar timar a algunas personas de dinero. Pero, por fortuna, ya ha salido el peine, bastante rasposo, que pondrá las cosas en orden. ¿Dónde brotó ese peine? En la revista Nexos, específicamente en un artículo de Jorge el Güero Castañeda, quien me cae bien porque no sabe guardar secretos.
El señor Castañeda todo lo sabe —me refiero a los planes de quienes mandan en la campaña de Xóchitl Gálvez— y todo lo cuenta. En Nexos acaba de enlistar las razones por las que, en su opinión, le fue bien en el debate a la candidata X —Jorge me envió su texto y se lo agradezco—:
- “Xóchitl fue más agresiva, más irreverente, más disruptiva que en el primer debate”.
- “Sacó a relucir (la aspirante X) asuntos personales, de familia, de corrupción o de complicidad (relacionados con Claudia Sheinbaum) que, ciertos o falsos, sonsacaron a su adversaria”. Mi cometario: Me encanta la sinceridad del Güero Castañeda. Le da igual si Xóchitl decía la verdad o mentía —me parece que mintió de más—, él aplaude que la aspirante de oposición fuera agresiva.
- “Violó (Xóchitl) las reglas unas dos o tres veces… Para mi gusto, debió haberlo hecho con mayor insistencia, interrumpiendo, provocando y desequilibrando a la otra candidata, pero peor es nada”. Mi comentario: Insisto, me cae bien el intelectual Castañeda, tan maravillosamente descarado. ¡A la chingada con las reglas si romperlas beneficia a su equipo! La decencia es cosa de pendejos —y pendejas, desde luego—. Xóchitl hizo trampa porque es bien chingona.
¿De qué la va a servir a Xóchitl Gálvez haber roto las reglas y haber atacado a Claudia Sheinbaum con abundancia de mentiras?
Primero comentaré para lo que no van a servir las trampas en el debate, desde luego según Jorge Castañeda: (i) No se modificarán las mediciones de preferencias electorales, en las que Claudia gana de todas, todas. “Es poco probable que las encuestas entreguen un cambio significativo de preferencias después del domingo”. No ocurrirá porque “en general los debates no surten ese efecto”.
Ahora vayamos a lo positivo que, en opinión de Castañeda, tuvo el debate para Xóchitl y su equipo: Romper las reglas y mentir ha generado “entusiasmo y esperanzas entre los partidarios y simpatizantes, lo cual es absolutamente decisivo en una campaña”. Y es que, “en materia de activismo, recaudación de fondos, energía recuperada y ‘buena vibra’, el debate constituyó un soplo de aire fresco, necesario y bienvenido”.
Ahí está el rasposo peine que eliminará la caspa del posdebate. Lo sabemos ahora gracias a que el Güero Castañeda no es capaz de ser discreto: la comentocracia partidaria de Xóchitl Gálvez anda haciendo bastante ruido solo para buscar recuperar energía, inyectar buena vibra a la campaña de la alianza PRI, PAN, PRD, pero sobre todo para tratar de convencer a empresarios incautos y hasta papanatas —sobran, ni hablar— de que sigan gastando en el proyecto de la candidata X.
Campaña que no da para comprar un rancho no es campaña, decían los viejos priistas. Y la de Xóchitl, totalmente perdida desde que arrancó no ha dado utilidades a sus promotores. Nadie, ni siquiera el más inocente hombre de negocios, mete dinero bueno al malo, así que quienes la apoyan enviaron a la candidata X a debatir con mentiras y violando las reglas para agradar a la tribuna de la derecha y, de esa manera, hacer el último esfuerzo por conseguir algunos pesillos que sirvan, no para apoyar a la derrotada aspirante del PRIAN —ingenuidades no, diría Castañeda—, sino para los bolsillos agotados de quienes han apostado a un proyecto electoral condenado al fracaso.
Y ya preparan la ofensiva para el último debate: golpear a AMLO con las calumnias del libro de Anabel
El libro ha empezado a circular. La exclusiva la dieron los diarios favoritos de la derecha, Reforma, de la Ciudad de Mexico; El Norte, de Monterrey, y Mural, de Guadalajara. Su autora es Anabel Hernández, quien sin pruebas de ningún tipo da validez a los dichos de algunas personas que acusan al presidente López Obrador de haber recibido dinero del narco en su campaña presidencial de 2006. Di mi opinión en otro artículo. Estuve en esa campaña y no hubo nada ilegal. Por lo tanto, afirmo que mienten las fuentes de Anabel.
La periodista Hernández, supongo que por razones comerciales y no por mala fe, eligió lanzar su libro al final de la actual temporada electoral para incrementar las ventas. Buena estrategia mercadológica, sin duda. Claro está, la oposición utilizará el libro de Anabel para golpear a Claudia Sheinbaum. De hecho, ya ha sucedido así. Lo cuenta Raymundo Riva Palacio en El Financiero: “En el posdebate en Televisa, Germán Martínez, vocero de Gálvez, mostró la portada del nuevo libro de la periodista Anabel Hernández, La historia secreta (Grijalbo)”.
Riva Palacio, bien informado, ha dado a conocer lo que planea la campaña de la candidata X para el tercer y último debate, a celebrarse el 19 de mayo próximo: “El tercer debate le llegará en muy mal momento, porque la vinculación del presidente con el crimen organizado podrá ser maximizada para que permanezca en la mente de los electores por 15 días, que será relativamente sencillo con una narrativa de violencia e inseguridad muy difícil de contrarrestar”.
Curiosamente, el propio Raymundo habla del antídoto que tiene Claudia en sus manos para combatir ese veneno: “Sheinbaum tendrá que presumir su gestión en materia de seguridad en la Ciudad de México”, exitosísima gracias a Omar García Harfuch y a Ernestina Godoy, las dos personas que operaron la estrategia diseñada por la próxima presidenta de México.
Como Claudia es muy lista y ha desarrollado la virtud de anticipar las trampas en que intentan hacerle caer sus rivales, ayer en Radio Fórmula, en el noticiero de Azucena Uresti dijo que Harfuch y Ernestina van a participar en su gabinete, el primer gabinete presidencial encabezado por una mujer.
Leí hace rato que ni Harfuch ni Ernestina irán a un debate de candidatos y candidatas al Senado en la Ciudad de México. No necesitan acudir a un evento que nadie verá. Tampoco les hace falta ser más conocidos en la capital de la nación. Creo que Claudia debe enviarles a una gira nacional, al menos a Monterrey y Querétaro, donde hay desarrollo empresarial muy fuerte, a informar sobre el proyecto de seguridad de la presidenta Sheinbaum. Convencerán inclusive a la oposición.
Las calumnias del libro de Anabel no dañarán a AMLO porque el presidente está blindado, pero también —y sobre todo— porque es un hombre ciento por ciento honesto. Para que tales mentiras no perjudiquen a Claudia debe esta mujer hablar más de lo que hizo en la CDMX para que la inseguridad disminuyera a niveles históricos.
Es tiempo de mujeres, aunque cueste trabajo entenderlo. Acabo de enterarme de que en Nueva York se exhibe la ópera Carmen con dos variaciones que no afectan su esencia: el torero no es torero, sino una estrella del rodeo estadounidense. Y Carmen no muere apuñalada, sino a batazos, quizá una forma de feminicidio todavía más brutal.
Desgraciadamente en la ópera de NY no se atrevieron a dar el paso feminista que hace meses comentó en SDPNoticias, en tono crítico que no comparto, el tenor Héctor Palacio: “Por eso Carmen sigue siendo contemporánea al grado de que directoras de escena feministas han querido cambiar el final concebido por el autor. En vez de que Don José apuñale a Carmen, esta dispara y mata al hombre. Absurdo comparable al de poner bigote a Mona Lisa o pintar el rostro de Marilyn Monroe a la virgen de Guadalupe. Más allá de la anécdota, la risa y el protagonismo mezquino nada se gana, no surge una nueva obra de arte”.
Tampoco surgió una nueva obra de arte eliminando al torero y haciendo que Don José asesinara a Carmen con un bate. Pero, me dicen, el resultado de esta versión de la famosa ópera es bastante bueno. Nada se alterará si es Carmen la que mata a Don José y hasta algo ganará la causa femenina.
¿Qué tiene que ver Carmen con el tercer debate presidencial? Nada en realidad. Solo se me vino a la cabeza la versión de estas fechas en NY porque, en México, no hay la menor duda de que una mujer sabrá concluir la tarea de un hombre decente como AMLO, la de pacificar a nuestra sociedad que el machismo de la derecha llevó a una absurda y perdida guerra contra el narco. Ya lo hizo Sheinbaum en la capital, sabrá hacerlo en todo el país. Y sin mentir ni violar las reglas porque —lo digo con aprecio y respeto al Güero Castañeda— no saldremos de problemas con salvajadas como las que aplauden quienes combaten a la izquierda y perderán en las votaciones del próximo junio.