Entre los peores saldos de la 4T, está todo lo relacionado con seguridad, Estado de Derecho e impunidad que, en conjunto, muestran un escenario de complicidad y complacencia por parte de quienes se encargan de las instituciones de seguridad y procuración de justicia.

Los datos duros, los que se registran día a día, no se borran con la retórica mañanera ni con los insultos que el mandatario propina diariamente contra sus oponentes o contra quienes expongan cifras que contradigan sus dichos.

Casi desde el inicio de la administración ha quedado expuesto el tema de la inseguridad. En la mañanera de abril de 2019, el periodista de Univisión Jorge Ramos cuestionó al presidente sobre qué haría ante la gravedad de la inseguridad. “Durante sus primeros tres meses asesinaron a ocho mil 524 mexicanos, si continúan las cifras igual el 2019 va a ser el año más sangriento y violento en la historia moderna de México (...)”

La respuesta fue la mentira de siempre: “yo tengo otros datos”.

En julio de 2021, Ramos regresó por tercera ocasión a la mañanera, solo para corroborar que, lo que denunció dos años antes había empeorado. El periodista recordó que en enero de 2020 AMLO se comprometió a entregar resultados en materia de seguridad pública, sin embargo, le demostró que México registraba cada día alrededor de 100 homicidios y puso sobre la mesa el hecho de que este gobierno se convertiría en el más violento de la historia moderna de México. Desde que tomó posesión y hasta ese momento se habían presentado más de 86,000 muertes.

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Sin embargo, AMLO mantuvo la misma respuesta que había dado en 2019: “Hemos avanzado, ahora sí que yo tengo otros datos. No es una burbuja porque no me gusta el autoengaño, eso corresponde a los demagogos y a los hipócritas. Tenemos dificultad para reducir como quisiéramos el delito de homicidio, pero hemos logrado contener el crecimiento que se traía en homicidios, incluso hay una disminución si quieres marginal, del 3%”.

¿Ineficiencia o complicidad?

Pese a la inacción cómplice de su gobierno para combatir la inseguridad, a fines del año pasado AMLO presumía tener reuniones diarias con el Gabinete de seguridad, la construcción de más de 80 cuarteles de la Guardia Nacional y el aumento de efectivos de 40 mil a casi 100 mil, pero, con datos oficiales, el resultado ha sido el peor de la historia. Tal como lo advirtió Jorge Ramos, se alcanzó la cifra de más de 106 mil muertos por homicidios dolosos, que es prácticamente el doble de los que se presentaron en las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

A la inseguridad, habría que sumarle eventos particulares que ponen los pelos de punta, como la liberación de Ovidio Guzmán, el hecho de que no hagan nada por atraparlo, a pesar de saber dónde está y a sabiendas de las ordenes de aprehensión que México y Estados Unidos han girado en su contra y a que tiene ficha roja de Interpol y, de aquél inolvidable el encuentro de AMLO con la madre del Chapo Guzmán y su abogado.

Por otro lado, la violencia se empieza a generalizar a causa de los pleitos de los cárteles de la droga por las plazas, como en Zacatecas, Veracruz, Guerrero y Morelos, donde “avientan”los muertos, e incluso, el gobernador de Zacatecas mejor se encomendó “al creador”, el alcalde de Xoxhocotla, Morelos, muere acribillado y en Guerrero, le suplican a la “torita”, Evelyn Sandoval, para que haga algo y pare con la extorsión y el cobro de derecho de piso, y en Morelos, aparecen narco mantas y fotos del gobernador y amigo de AMLO, Cuauhtémoc Blanco, departiendo con los jefes de la mafia en su estado.

El fiscal opresor e inútil

Ante esto, todos se preguntan: ¿Dónde está el Fiscal carnal, Alejandro Gertz, que no ejecuta acción alguna? Y, ¿por qué, a pesar de la gravedad de los hechos, la Guardia Nacional cumple la orden de “abrazos no balazos”?

En cuanto al tema de la impunidad, nos preguntamos ¿por qué no hay acción legal en contra del exlíder del sindicato de Pemex, Carlos Romero Deschamps? Si no que, por el contrario, le dan todo el poder para seguir mangoneando Pemex. ¿Por qué no ha ocurrido nada con las múltiples denuncias de corrupción en contra de una buena parte del gabinete de AMLO? Contra el propio Gertz con fraudes y corrupción, la prima del presidente, el efectivo que recibieron los hermanos Pio y Martin, su secretario particular, Alejandro Esquer, un sin fin de denuncias que no han sido procesadas.

Lo peor, es que la FGR dio por concluida la investigación iniciada por presuntas irregularidades y actos de corrupción relacionados con el acuerdo por el que Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, logró obtener una sentencia de nueve años de prisión.

A pregunta expresa, AMLO salió a disculpar a la FGR y a su fiscal carnal: “Le tengo confianza a Gertz y que puede ser que se tarden procesos en la fiscalía para que se integren bien los expedientes, pero no hay impunidad, de eso estoy convencido”.

Luego, para cambiar el tema, como es su costumbre, comentó “¿Quién iba a creer que la fiscalía iba a retomar el caso de Rápido y Furioso”?

Ya estamos en el cuarto año de gobierno y queda claro que, aunque prometió que en unos días lo resolvería, el resultado no solamente es el peor de la historia de México, sino nuestra peor pesadilla.