Mazazo para el alcalde que recién sacaba pecho por el amparo que le concedieron contra el Juicio Político que enfrenta. En sus redes sociales, apenas ayer celebraba la suspensión definitiva que aplazaba la votación del H. Congreso del Estado para removerlo del cargo.

La primera señal de la visita de Andrés Manuel López Obrador a Sinaloa es demoledora políticamente. A petición expresa, negar la presencia al presidente municipal en eventos a los que usualmente era tomado en cuenta, es contundente.

Jesús Estrada se aferra a la vía legal para defender su nombramiento. Está en su derecho. Los culiacanenses le dieron el voto. Su realidad política, dice otra cosa. Adelantaba en este espacio que sólo el manto protector de AMLO podía salvarlo. Su inquisidor, sentenciarlo. “Lo que diga mi dedito”, es una frase de López Obrador en la historia política contemporánea. Y el dedito le dijo “NO” a Estrada Ferreiro.

¿De dónde viene?

En su arribo a Culiacán, López Obrador fue abordado por un grupo de viudas de policías. En el video que circula en redes sociales se aprecian las voces de desesperación. Voces de sufrimiento de quienes perdieron a sus parejas en cumplimiento del deber. El deber de salvar vidas, de defender la soberanía del estado. “El alcalde de Culiacán es injusto, señor”, le gritaba con desespero una mujer lacerada por el desdén del edil. “Ayúdenos por favor”, rogaba al Presidente, quien al escuchar sobre Estrada Ferreiro que “es muy inhumano y muy grosero, nos humilla señor a las viudas, a los huérfanos, nos humilla a cada rato”, Andrés Manuel les dio su atención. Pero fue a más. Cuando el mandatario nacional escuchó que -el alcalde- “Dice que por la amistad que tiene con usted no va hacer caso a ninguna orden que le dé ni el Congreso, ni el señor gobernador”, la situación dio un vuelco.

Las mujeres pasaron de ser escuchadas, a ser atendidas. “Vayan mañana tres a la reunión”, les dijo AMLO. Serán escuchadas, tendrán su momento con el Presidente para expresar su sentir. Para señalar que, por una tozudez del alcalde de Culiacán, injusticias se cometen contra familias que no reclaman otra cosa que no es lo que por ley les corresponde. La ecuación es simple.

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Estrada Ferreiro no tiene el manto protector de AMLO

Estrada Ferreiro le hizo guardia al líder de la Cuarta Transformación en el hotel donde se hospedó. La reunión no se concretó. Andrés Manuel mantiene un veto político con el alcalde. Las dudas se disipan. En Sinaloa, quien manda, es Rubén Rocha Moya. Manda, gobierna y opera con la venia del Presidente. Quien obra mal, mal acaba. El manto presidencial no alcanza para todos. A más de tres años de gobierno, ha sufrido desgaste. Al contrario. Es momento de entregar al pueblo culpables. Que paguen quienes tengan que pagar, por el bien de la legitimidad de la 4T. El primer edil culichi, va en esa ruta.

Sin el manto protector de AMLO, Estrada terminará yéndose sí o sí.

Hoy habrá más señales. Una más es que ni el “Químico” Benítez fue requerido en la gira por el sur de Sinaloa. Acaso ¿será el siguiente?

Por otro lado, decíamos que el Presidente anunciaría buenas nuevas para Sinaloa. No por nada la comitiva que lo acompaña es grande. La gira es inspección de carreteras y lo acompaña Jorge Arganis Díaz-Leal, secretario de Comunicaciones y Transportes. La presencia del director del IMSS, Zoé Robledo Aburto, indica el respaldo y certidumbre al sistema de salud estatal; también acompaña a AMLO, Juan Pablo de Botton, subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil.

Sin duda, el Presidente AMLO ve muy bien a Sinaloa.