A veces, estimado lector, es oportuno regresar a las raíces. Debemos conocer un poco más sobre la fundación de nuestra nación, que hoy es libre y soberana, pero no siempre fue así y, sobre todo, no alcanzó ese status por generación espontánea. Nos podrán parecer tediosas las clases de historia, pero sirven para dimensionar lo que a continuación les voy a narrar.
Hace unos días el CEO de Interjet, Federico Bertrand, se quejó de la negativa por la parte del sindicato para entablar un diálogo y solucionar la crisis laboral de la empresa, que hoy tiene una huelga, declarada legal, y ya con un laudo a favor de los trabajadores. ¿Para qué buscaban los “nuevos” dueños de Interjet este diálogo?
Pues ni más ni menos que para hacerles la oferta de su vida: darles trabajo, pero sin pago alguno de por medio. Estuvieron contactando alrededor de 500 trabajadores de distintas áreas, y a todos les preguntaron si estaban dispuestos a laborar sin nada a cambio, tan sólo la promesa de volver a ver a Interjet “desplegar sus alas”.
Sería bueno que, aunque sea como dato cultural, los Del Valle -padre e hijo-, así como su flamante director, recordaran algunos datos vitales de la historia de este país, porque su propuesta es absurda, falaz e insultante. No lo digo “en cotorreo”, lo digo muy en serio, su idea parece copiada del virreinato, como si estuviera vigente en nuestra vida cotidiana y no lo hubiéramos erradicado. Sólo con una mentalidad de esa época pueden hacer esa propuesta quienes actualmente llevan las riendas de la aerolínea.
El 5 de octubre de 1813, en la ciudad de Chilpancingo -hoy capital del estado de Guerrero-, José María Morelos y Pavón proclamó la abolición de la esclavitud, y en el discurso inaugural del primer Congreso de Anáhuac, Morelos pronunció el documento titulado “Sentimientos de la Nación”, que consta de veintitrés puntos, siendo el décimo quinto el que a la letra dice:
“Se proscribe la esclavitud y distinción de castas para siempre y todos queden iguales”.
Si usted cree que exagero, déjeme argumentar mi postura. ¿Qué es la esclavitud y por qué la relaciono con el tema del Interjet?, la definición técnica que nos da “Economipedia”, es: “La esclavitud es la condición por la que una persona está sometidas a otra, perdiendo su libertad. Así, el esclavista toma posesión del esclavo, pudiendo disponer de su destino.”
Esto es, el esclavo le pertenece al esclavista en todo sentido y puede hacer con él (y ella) lo que le plazca, como si fuera un objeto. Tomemos en cuenta que en el rubro económico la esclavitud surgió como una alternativa para hacer uso de la mano de obra de los prisioneros de guerra en la antigüedad. De ese modo, se podía conseguir un beneficio económico. Dicho directamente, tener trabajadores sin pago alguno; así se construyó el Virreinato de la Nueva España, explotando esclavos, indígenas en su mayoría y sí hacían falta, a negros traídos de África.
Trabajo sin sueldo, eso es lo que está ofreciendo la actual dirigencia de ABC Aerolíneas, S.A. de C.V., mejor conocida por todos como Interjet. No es letra muerta, no es solo parte del discurso de cada 5 de febrero. El cuarto párrafo del Artículo 1º de nuestra carta magna dicta: “Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes.”
¿Quiero ver a Interjet, volando y surcando nuestro espacio aéreo? ¡Por supuesto!, a ella y también quiero que Mexicana de Aviación deje el limbo jurídico-político en el que está, que Aeromar salga avante, y que Aeroméxico sea, de verdad, la línea bandera del país. Pero me opongo rotundamente a que, como hasta ahora, sea a costa de los derechos laborales del trabajador, que sea pisoteándolos aprovechando la necesidad de unos y otros.
Realmente espero que el Gobierno Federal, a través de la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, ahora sí se ponga las pilas, pues es un despropósito de dimensiones mayúsculas querer sacar a volar a una aerolínea con condiciones de esclavitud para su planta de trabajadores; aprovechar la fuerza laborar sin tener que pagar por ello no puede llamarse de otra forma.
Otro brazo ejecutor que tiene la 4T la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, quien tiene suficientes causales para quitarles la concesión: por uso indebido, por no contar con las garantías necesarias para su operación, por cambiar de manera unilateral las condiciones originales en que la concesión fue otorgada, por pretender usarla contraviniendo las leyes mexicanas, etc. etc. etc. Querer usar esclavos “aeronáuticos” sería razón suficiente.
En el papel la esclavitud está erradicada, pero en los hechos hay algunos que se quieren erigir como los nuevos virreyes del aire. Ya dijeron con todas sus letras, sin que se les caiga la cara de vergüenza: quieren tener trabajadores “gratis”, ¿también van a exigir su derecho de pernada?