Isabel Arvide, cónsul del gobierno de México en Estambul, Turquía, no tiene la mejor relación con su jefe en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, ni con la experimentada diplomática Martha Bárcena.
Periodista de profesión, el nombramiento en 2020 de Isabel Arvide como cónsul de México en Estambul generó polémica debido a su nula experiencia en el Servicio Exterior Mexicano.
Ahora, un poco más asentada en el cargo y con la estela de su polémico Grito de Independencia (donde pidió un “¡Viva!” para el presidente AMLO), Isabel Arvide ha desahogado sus penas en una entrevista con Eje Central.
Según la conversación con Irene Muñoz que aparece en Eje Central, Isabel Arvide no está nada contenta con el trato que recibe como cónsul y considera que los diplomáticos mexicanos no están convencidos del proyecto de la Cuarta Transformación.
En cuanto a su jefe Marcelo Ebrard, la cónsul mencionó que la envió a Estambul porque “está bonito”, pero desde que llegó a Turquía no atiende sus llamadas y cartas.
Isabel Arvide revela momento íntimo con Marcelo Ebrard
Sin miedo al ridículo y el “qué dirán”, Isabel Arvide confesó que durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, ella y Marcelo Ebrard compartieron un momento íntimo con todo y botella de champaña de por medio.
Según la periodista, Marcelo le pidió no acudir a una cita con el jefe de La Mafia del Poder y ella aceptó porque son de esas decisiones que se toman “enloquecida de pasión, de amor, de querencia, de calentura”.
Además, Isabel Arvide aseguró que el hecho de “ventanear” sus encuentros con el canciller deberían de ser vistos como un favor debido a “los rumores” de su sexualidad.
Las acusaciones de malos tratos son también contra Marta Bárcena, de quien se lamenta no ella mejorado las condiciones laborales de quienes trabajan en el consulado.
Además, Isabel Arvide considera que Martha Bárcena, exembajadora de México en Estados Unidos, forma parte del grupo dentro del Servicio Exterior Mexicano que no respalda por completo el proyecto de la Cuarta Transformación.
Las confesiones de la cónsul tocan también sus constantes solicitudes de más presupuesto y recursos para las oficinas; esto debido a que se paga mucho de renta por la sede pero no se tenían ni sillas para hacer esperar a la gente mientras se realizaba su trámite.
La cónsul asegura que Marcelo Ebrard le pidió escribir un libro de él y que nunca le pagó. Con estas revelaciones, parece que más que cartas de desamor, lo que estará escribiendo próximamente Isabel Arvide podría ser una carta de renuncia.