Un personaje enigmático, casi una leyenda, la Reina Isabel II ha muerto hoy 8 de septiembre a los 96 años.
La ex soberana visitó dos veces nuestro país. La primera ocasión en 1975 y la segunda en 1983, durante los sexenios de Luis Echeverría y Miguel de la Madrid, respectivamente. En ambos viajes iba acompañada de su inseparable esposo, el también finado duque Felipe de Edimburgo
Estos viajes fueron de corte diplomático, aunque la Reina fallecida aprovechó para visitar lugares turísticos tan importantes como el puerto de Veracruz, Quintana Roo, Guanajuato, Acapulco y la Ciudad de México.
Fue en febrero de 1975 cuando Isabel II y Felipe de Edimburgo descendieron del “British airways” donde fueron saludados con honores por el Ejército Mexicano y recibidos por el ex presidente Luis Echeverría Alvarez, dando inicio al primer viaje oficial al país de la soberana..
Durante esa visita asistió a la conmemoración del Día de la Bandera -24 de febrero- donde millones de televidentes siguieron puntuales la transmisión.
El evento fue en la Ciudad de México, donde Isabel II vestía un atuendo verde, sombrero del mismo color y guantes blancos. En la ceremonia oficial que le fue preparada, lucían a lo alto las banderas de México y Reino Unido. Era la primera vez que un soberano de aquel país visitaba el nuestro.
Tras su estancia en la Ciudad de México, la extinta Reina visitaría Cozumel, Quintana Roo, para llegar a bordo del yate real “Britannia” al puerto de Veracruz. Aquí era esperada por funcionarios del estado, como el ex gobernador Rafael Hernández Ochoa, quien la nombró “huésped distinguida del Estado” y el Presidente Municipal, Juan Maldonado Pereda le otorgó la llave de la ciudad. También estuvo presente Luis Echeverría Álvarez.
Mientras recorría las calles porteñas, niños de varias escuelas acompañados de padres y maestros ondeaban pequeñas banderitas de México y Reino Unido, y disfrutó también de la música jarocha, de comparsas, de toda la alegría que caracteriza a los habitantes de esta ciudad.
Isabel segundo permaneció en el reinado durante 70 años consecutivos. Tras su muerte será su hijo Carlos quien la suceda, aunque la soberana deja entre sus gobernados un enorme vacío, pues querida por muchos y odiada por otros, los ojos de la ex reina vieron a su país y al mundo transformarse a lo largo de siete décadas y las miradas del orbe entero estuvieron siempre fijas en ella, por lo que su muerte marca un antes y un después en nuestra historia.