Por El Pordiosero
Con un sigilo que de manera inexorable conduce a la sospecha, el ISSSTE se dispone a conseguir el visto bueno del gobierno federal de sus nuevas condiciones generales de trabajo (CGT). ¿Presentó el proyecto al sindicato mayoritario que encabeza Norma Liliana Rodríguez Argüelles para escuchar su opinión?
En ese instituto, desde 2012 no se revisan las condiciones laborales, lo que ha provocado que durante 11 años las prestaciones económicas de las que gozan sus poco más de 80 mil trabajadores de base, se hayan deteriorado sensiblemente. En aquel entonces, el presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida, logró una bolsa de 500 millones de pesos, autorizados por el gobierno saliente del panista Felipe Calderón Hinojosa.
Hasta ahora solo unos cuantos sabían que se elaboraba un nuevo proyecto de condiciones laborales en el ISSSTE. ¿Por qué el secretismo? ¿Qué ocultan? ¿Van a mantener las mismas prestaciones económicas o van a desaparecer algunas bajo el argumento que son inoperantes, para ahorrar dinero y que es el mayor riesgo para los trabajadores?
¿Quién tomó la decisión de actualizar las condiciones laborales? ¿El director general, Pedro Zenteno? ¿La directora de administración y finanzas, Almendra Ortiz Genis? ¿Fue a petición de la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE?
El artículo 87 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, establece que las condiciones generales de trabajo en cada una de las dependencias se fijarán por su titular “tomando en cuenta la opinión del sindicato”.
Lo anterior significa que los sindicatos en el sector público que regulan sus relaciones a través del apartado B del artículo 123 de la Constitución Política, no tienen derecho a la negociación colectiva.
En el ISSSTE, las relaciones laborales colectivas se rigen en ese apartado, es decir se dirimen ante el tribunal de conciliación. Sin embargo, los conflictos individuales se sustancian ante los juzgados laborales, regulados por la Ley Federal del Trabajo, como consecuencia de una jurisprudencia de 1997 en la que estableció que los organismos públicos descentralizados -como lo es ese instituto- les era aplicable el apartado A, criterio que fue ya modificado.
La filtración de un documento del subdirector de personal del ISSSTE, Alí López Castellanos, descubrió que se tiene un proyecto final de las condiciones generales de trabajo, las que una vez autorizadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entrarían en vigor al ser depositadas en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCyA).
En el oficio DAyF/SP/2712/2023, fechado el 13 de septiembre, López Castellanos remite “versión final del Proyecto de Modificaciones” de las condiciones generales de trabajo, “avalada por los representantes de la Mesa de Trabajo de Recursos Humanos” a la Dirección Jurídica.
En esas mesas, de acuerdo con el documento del subdirector de personal del ISSSTE, participaron representantes del Órgano Interno de Control, la secretaría técnica de la comisión de vigilancia, las subdirecciones de personal y de tecnología de la información, dirección de administración y finanzas y las subdirecciones de lo consultivo y de información y calidad. No se menciona a la dirigencia del sindicato mayoritario.
La versión final del proyecto, lo envía a la directora jurídica, Verónica Alejandra Curiel Sandoval para su revisión.
Cita el artículo 87 de la Ley burocrática como referencia, lo que deja ver que se trata de un proyecto del ISSSTE. ¿Lo conoce la dirigencia sindical?
La primera duda que debiera aclarar ¿por qué el sigilo? ¿Desaparecen prestaciones económicas con el absurdo de la austeridad que no se ve en las obras faraónicas del sexenio?
En los últimos días, en ese instituto se han autorizado movimientos escalafonarios y asignado un número desconocido de plazas de manera discrecional, con la presencia solo del SNTISSSTE, lo que en la práctica se traduce en un golpe bajo a la libertad y democracia sindical que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador grita a los cuatro vientos que respeta escrupulosamente -en ese instituto participan cinco sindicatos de trabajadores de base-.
Las nuevas plazas se entregan de manera discrecional. Sólo el SNTISSSTE participa en las comisiones nacionales mixtas -integradas por afines al cacique, Luis Miguel Victoria Ranfla-. Trabajadores del hospital “Tacuba” circularon una fotografía en la que aparece Guillermo Flores, asesor de la presidenta del sindicato mayoritario con la subdelegada de administración de la zona poniente en la Ciudad de México, Estefanía Flores Herrera, poniéndose de acuerdo.
El caso de Guillermo Flores es significativo: además de estar jubilado, fue un burócrata de medio pelo -al igual que Claudia Medina Miranda, Susana Jiménez López y Aurora Miranda- sin antecedentes sindicales; son parte del equipo con el que Victoria Ranfla mantiene garantía de la lealtad de Norma Liliana.
Susana Jiménez López y Roberto Javier Gómez Gómez integran las comisiones mixtas de planeación de recursos humanos y de bolsa de trabajo -en la primera de ellas se encuentra también Claudia Medina Miranda y Alberto Ricardo Ortega Campos-.
La Comisión Nacional Mixta de Escalafón elaboró criterios para la ocupación de las plazas, por lo que dejó de lado los reglamentos. En los 10 puntos que estableció, la discrecionalidad para la asignación tanto de movimientos escalafonarios como la asignación de plazas abrió la posibilidad para dejar fuera a trabajadores que militan en sindicatos distintos al SNTISSSTE o que no sean del agrado de los dirigentes o de funcionarios.
El perfil académico y la antigüedad son dos requisitos que más puntos otorgan a quienes buscan ascensos o ingresar al ISSSTE. En los criterios extraordinarios, los dejan al final, con una intención obvia. ¿Se puede esperar, por ejemplo, que el secretario general de la sección I “Oficinas centrales”, Jesús Rodríguez Méndez, sea imparcial, con una historia de traiciones para alcanzar el puesto? Se trata de un ex boxeador que al asumir el cargo destaca por creer que es intelectualmente superior a todos sus representados.
Alberto Ricardo Ortega Campos es, además, presidente de la comisión de auxilios del SNTISSSTE. En las últimas semanas su mayor empeño se ha centrado en evitar acciones penales contra Adrián Osnaya Torales, descubierto cuando robaba medicamento de alta especialidad del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”, mientras es indiferente al saqueo de casi 300 millones de pesos de los García Culebro.
Para cerrar con broche de oro, la gestión de Zenteno ha destacado por la normalización de la creciente corrupción en el ISSSTE, con la actitud complaciente del Órgano Interno de Control (OIC) que encabeza Luis Antonio García Calderón.
AGENDA
En el Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”, a la galopante corrupción solapada por la gestión del director Félix Octavio Martínez Alcalá, los trabajadores deben enfrentarse también a la prepotencia de recomendados, amigos y familiares de funcionarios y dirigentes de la sección XXXIX que encabeza Ricardo González Alfaro. Son los casos de la dietista Angélica Jaimes Chávez -su hermano Oswaldo presume ser secretario particular del secretario seccional-, Yadhira Castillo García -hermana de la coordinadora de recursos humanos- y César Agustín Cruz Alquicira “El borrego”, asistente de la subdrección médica.
Colaboración especial para SDPnoticias de agendapropia.mx, portal especializado en asuntos sindicales