Morena se llevó la corona de la reina en los estados aún sin tener una estructura sólida y funcional. No debemos olvidar que la elección de su dirigencia pasó por varios contratiempos en 2020, pocos meses antes de iniciar las precampañas, pues los grupos que conforman el movimiento no llegaban a acuerdos; tan es así, que salieron cientos de postulantes a querer dirigirlo y entre dimes y diretes desgastaron la credibilidad del instituto entre sus bases.

Otras circunstancias extraordinarias fueron las gubernaturas de Guerrero y Michoacán, en donde se bajaron a los candidatos a un mes de las elecciones.

Análisis del voto de izquierda

De acuerdo con una encuesta de El Financiero, se describen los siguientes datos:

Las personas que más votaron por Morena fueron los mayores de 50 años, y la mayoría de los sufragistas jóvenes –entre 18 y 24 años– eligieron también votar por la izquierda, siendo estos últimos los que representaba el 10% de los votantes el pasado 6 de junio. También, la encuesta señala que hubo menos abstencionismo entre los apartidistas y más ciudadanos con ideología de centro-derecha que ejercieron su sufragio.

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Un dato interesante es que las personas con estudios de licenciatura y postgrado, en 2018 votaron por Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, este 2021 no votaron por las personas que iban de candidatos por el Movimiento. Otro dato que llama la atención fue que en 2018, el 42 por ciento de las personas que solo estudiaron hasta la primaria votó por Morena, y el 48 por ciento por el PRI, PAN o PRD, dato que se revirtió en esta elección.

Subestimar en esta elección el voto de izquierda es un error

Las apenas pasadas elecciones –del 6 de junio–, fue la más grande de la historia en México, y Morena se llevó 11 gubernaturas, correspondientes a los estados de: Sonora, Sinaloa, Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Colima, Michoacán, Guerrero, Tlaxcala, Campeche –aún sin definir– y Zacatecas. Hay que tener en cuenta que varias de estas entidades fueron bastiones políticos del PRI durante varios sexenios. El porcentaje de votos por gobernador es significativo, aunque en algunos estados el margen de diferencia con la segunda posición fue mínimo.

El porcentaje de votación de las gubernaturas de Morena en los estados de acuerdo al PREP, son:

Durazo tuvo un porcentaje de votación en la elección de Sonora con un límite inferior de 48.5% y máximo de 52.4%.

Rubén Rocha Moya consiguió un porcentaje en Sinaloa con un límite inferior de 55.8% y máximo de 58.4%.

Navarro obtuvo un porcentaje de votación en Nayarit con un límite inferior de 47.2% y uno superior de 51.8%.

Pilar Ávila registró un porcentaje de votación en Baja California con un límite inferior de 45.4% y el superior de 48.3%.

Víctor Manuel Castro consiguió un porcentaje en Baja California Sur con un límite inferior de 44% y uno superior de 46.8%.

Indira Vizcaíno obtuvo el porcentaje en Colima con un límite inferior de 32.2% y de 34.9% en el superior.

Evelyn Salgado alcanzó el porcentaje en Guerrero con un límite inferior de 42.6% y uno superior de 45.3%.

Lorena Cuéllar logró  el porcentaje en Tlaxcala con un límite inferior de 49.2% y el superior de 51.1%.

David Monreal, candidato de Morena, tuvo un porcentaje en Zacatecas con un límite inferior de 47.7 y del superior de 51.8%.

Alfredo Ramírez Bedolla consiguió el porcentaje en Michoacán del límite inferior de 40% y de 43.4% en el supeior.

Layda Sansores logró el porcentaje de votación en la elección de 33.2% en Campeche, en la cual aún no está definido el gobernador debido a que existe una diferencia de 1% con el candidato de Movimiento Ciudadano, Eliseo Fernández Montufar, quien suma 31.5%.

Reflexionemos

La comparativa del voto de 2018 con respecto a 2021 puede predecir lo que pase en 2024, por lo que Morena necesita tener perfiles más preparados y con una trayectoria indiscutible para que puedan permear todos los sectores y sean candidatos ciudadanos más competitivos y menos señalados.

Los discursos de quienes se postulen como candidatos deberán ser más negociadores y menos confrontativos. Dentro del movimiento tendrán que empezar a trabajar en estructuras de unidad, donde los mismos grupos no sean los que dañen la imagen de sus compañeros de militancia. Victimizarse y señalar a los personajes que dirigen y toman las decisiones en el instituto solo causará mayor fragmentación del voto. Tampoco es opción meter al Obradorismo a partidos satélites, que más que ayudar fragmentan el sufragio.