Jasper Philipsen ha vuelto a encender la competencia por el maillot verde del Tour de Francia con una impresionante actuación en la etapa dieciséis, obteniendo su tercera victoria de etapa en esta edición. El ciclista belga de Alpecin-Deceuninck se impuso en un sprint final en Nimes, demostrando ser demasiado rápido para sus rivales Phil Bauhaus y Alexander Kristoff. Este triunfo es especialmente significativo ya que su rival directo, Biniam Girmay, sufrió una caída en los últimos kilómetros, quedando fuera de la contienda por los puntos.

La tercera y última semana del Tour comenzó de manera relativamente tranquila con una etapa llana de 187 kilómetros desde Gruissan hasta Nimes. Los corredores tuvieron que enfrentar un calor abrasador mientras se desplazaban desde los Pirineos hasta los Alpes, sin atravesar ninguna cadena montañosa. Esta etapa era una de las últimas oportunidades para los velocistas de brillar, ya que este año no habrá un sprint en el último día en París.

El día comenzó con varios intentos de fuga, el más notable de ellos por Stefan Küng de Groupama-FDJ, aunque sin éxito. Posteriormente, Kévin Niets también intentó escapar, pero la acción fue rápidamente neutralizada por Alpecin-Deceuninck, que marcó el ritmo en apoyo a Philipsen. Este esfuerzo fue respaldado por el equipo Jayco AlUla, que trabajaba para Dylan Groenewegen, aumentando así la velocidad del pelotón.

El sprint intermedio en Les Matelellettes fue bastante disputado, con Bryan Coquard superando a Philipsen y reduciendo la diferencia de puntos entre Philipsen y Girmay. Después del sprint, Thomas Gachignard de TotalEnergies protagonizó una valiente escapada en solitario, alcanzando una ventaja de más de dos minutos antes de ser alcanzado. Su esfuerzo fue recompensado con el Premio al Espíritu Combativo del día.

En los últimos kilómetros, el nerviosismo aumentó dentro del pelotón. Los equipos de general comenzaron a involucrarse en la persecución, temiendo posibles abanicos. A medida que se acercaban a Nimes, los trenes de velocidad de los equipos se formaron, preparando el terreno para un emocionante sprint final.

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En los momentos cruciales del sprint, Biniam Girmay se vio involucrado en una caída, lo que le impidió disputar la victoria y los puntos necesarios para mantener su liderazgo en la clasificación por puntos. Aprovechando esta oportunidad, Philipsen, embalado por sus compañeros de equipo Robbe Ghys y Mathieu van der Poel, lanzó un sprint perfecto y cruzó la línea de meta en primer lugar, consolidando su posición en la lucha por el maillot verde.

La actuación de Philipsen no solo revitaliza su campaña en el Tour de Francia, sino que también añade una capa adicional de emoción a la última semana de la carrera. Con las etapas de montaña por delante y la competencia por los puntos intensificándose, podemos esperar más momentos emocionantes antes de que el Tour llegue a su fin en Niza este domingo.