Ya habían comenzado los trabajos legislativos desde temprana hora del pasado jueves; los legisladores de Morena tenían la posición fija en la aprobación de una serie de iniciativas y, lo que sería la joya de la corona de una semana redonda: la revocación de mandato en los términos secundarios o, constitucionalmente, la estructura de los mecanismos de ¿cómo se llevará a cabo? y ¿cuál sería finalmente la pregunta expresa?

El caso no se ignoró: se pudo llegar a un acuerdo con la oposición y, la pregunta explícita que aparecerá en el ejercicio democrático del siguiente año– se formuló en consenso general–, no sin antes, entrar en la acalorada discusión para atender los argumentos del hecho. Fue hasta la madrugada del viernes que se avaló y, en mayoría, se dictaminó con 101 votos a favor y dos en contra.

Con esta ley gana Morena, y triunfa Monreal– al ser el mandamás– del Senado y, en términos políticos, el hombre que supera cualquier barrera desde esa trinchera. De hecho, convencido de esa situación, anticipó salir adelante, eso sí, preservando el diálogo como puente de interlocución.

Por ello, se superó una etapa que, hace una semana, entró en un clima de polarización en la comisión permanente. El propósito fue aprobar un periodo extraordinario y, al final de cuentas, el asunto chocó con una oposición aglutinada que no le pareció el hecho– de que la propia ex titular de gobernación– llevará la interlocución. Ahora bien, no todo fue negativo y, en términos políticos– quien sacó mayores dividendos de esa coyuntura, fue el propio Ricardo Monreal.

Durante tres años ha tenido un papel preponderante. Ha sido constante, eficiente. Esa capacidad era evidentemente necesaria hace una semana en la intentona de aprobar el periodo extraordinario, no obstante, respetó la decisión del presidente de que fuera la propia Olga Sánchez quien negociara el asunto.

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En su afán por lograr la encomienda de Palacio Nacional, Olga fracasó. Como parte de esa tarea titánica y sin menospreciar la capacidad que ha demostrado Sánchez Cordero, pisó un terreno calificado casi casi impenetrable a excepción de esa enorme eficiencia que se requiere, entre ellas– la de Ricardo Monreal.

En ese entendido quedó claro que, su presencia, es sumamente indispensable, incluso, con la propia oposición con las que a veces hay discrepancias y contrastes, pero, al final, encuentra soluciones para desahogar los asuntos prioritarios.

Ricardo Monreal arrancó con las pláticas y negociaciones con algunas posturas siempre naturales con respecto a los argumentos, aunque, en la determinación final, se pudo llegar a fijar un posicionamiento que precisó en que esto prosperará en buenos términos.

Otra victoria más para Ricardo Monreal. De nueva cuenta dejó claro que, su liderazgo, una vez más mostró eficiencia. La mayoría tomó la decisión y, será el siguiente año, cuando el presidente se someta a referéndum.

Esto, desde luego, fortalece más las intenciones de Ricardo Monreal de cara al proceso electoral del 2024; no está de más recordar que, él, como otros dos perfiles, está en la lista de presidenciables de Morena.

Eso despierta mayor interés. Fue obvio que, esta coyuntura legislativa, proyectará más la imagen del coordinador de los senadores de Morena. Se preveía que esto pasase luego de la prueba de fuego de esta semana; con ello, Ricardo Monreal ratifica su poder político en el Senado.

Tras esto, también, y tratándose de la carrera por la sucesión presidencial, afirma que estará puntual en la cita. Es un animal político, así lo califican luego de imponer su sagacidad.

Otro aspecto que viene en camino es la reforma electoral. Por cómo se han dado las cosas en las elecciones y en nos Tribunales de Justicia Electoral, eso se ha vuelto un tema prioritario; si Monreal le encuentra una solución eficaz, eso lo subirá más a la cima que alcanzan los presidenciables en vísperas de la sucesión presidencial porque, como en toda conquista, tiene sus efectos positivos. Ah, por cierto, también sacó adelante la Ley de Juicio Político e importantes reformas a la Ley General de Salud.

Mientras tanto, prueba superada, ganó Ricardo Monreal.

Notas finales

El fin de semana el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, se reunió con el secretario de Gobierno, Adán Augusto López. Parte de esa reunión, nos cuentan, fue muy amena; por más de una hora la plática se tornó interesante. De esta forma, evidentemente el marco del encuentro fue muy explícito: no hay rompimiento en Palacio Nacional y, de esa manera, reconocen el potencial que posee Monreal de cara al segundo periodo administrativo de López Obrador. Asimismo, deja un claro mensaje que es lógico suponer del presidente en su portavoz y operador de confianza en estos momentos: cobijar a su pieza y reiterarle que es él, el de mayor capacidad y liderazgo del Senado de la República.

Se rompió el silencio desde Palacio Nacional; hay unidad y respaldo, lo mismo confianza, que no quede duda de eso. Lo demás, es especulación.