El bloque de legisladores abordó hace apenas unos días una plenaria de altura y de mucha categoría de acuerdo al valor de organización y de unidad que logró mantenerse. Resulta que la determinación de tomar decisiones adecuadas en torno a la exigencia del cuarto año legislativo en el Senado de la República unificó e hiló esa virtud de trabajar en el proyecto de transformación que comanda el presidente López Obrador.

La plenaria de Morena mostró estabilidad, armonía, unidad. Se cohesiona una sola dirección con el fin de seguir construyendo la ruta democrática. Esto fue visto a todas luces. Fuentes al interior de la fracción de Regeneración Nacional aseguraron que, ese hecho, no solo sirvió para evaluar las tareas, sino, evidenció que, el bloque más poderoso en en Senado, caminará en concordancia.

Y es que previo a esta organización y luego de la llegada de Olga Sánchez Cordero al Senado se desató un espiral de comentarios; algunos con cierta lógica de los hechos y, otros, de plano mal intencionados o sesgados cuando vieron venir el hecho que anunció el coordinador de los senadores de Morena.

Inmediatamente después surgieron las versiones de escenarios caóticos y casi casi la hecatombe en la Cámara Alta por la llegada de Cordero. Incluso, algunos columnistas que han quedado a deber con sus análisis daban por hecho el rompimiento por la nueva designación.

Era una idea que ha quedado corta o es, de hecho, una indiscutible falacia al tratar de fungir el papel privilegiado de una supuesta fuente que, desde Palacio Nacional, “afirmó “una confabulación o componenda para intentar frenar la labor preponderante del coordinador de los senadores de Morena en manos de la ex secretaria de gobierno.

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Vaya intriga. Quienes aún no aceptan el papel influyente y decisivo del coordinador en la competencia por la sucesión presidencial, han actuado en contubernio a través de una narrativa que solo trata de generar confusión. No obstante, ese mecanismo o recurso superfluo se desarticuló– ya que fue una lingüística mezquina de aquellos que han dirigido la encomienda de dividir y polarizar luego de mantener una postura que se enfoca en la disputa presidencial.

Eso es lo que propicia este tipo de escenarios. Sin embargo, Morena mostró un rostro alentador, animado. Llevó a cabo una plenaria donde manifestó estrategias y mecanismos de trabajo para el quehacer legislativo; saben perfectamente cuales son las prioridades y, en este caso, los asuntos de mayor auge en la agenda de la 4T. Por ello, hay un alto compromiso; se tiene previsto que, una vez comenzando, se atienda de forma inmediata los temas de la ley secundaria de la Revocación de Mandato y, en consecuencia, el proyecto de modificación al marco de materia electoral.

Esa consigna viene tatuada en la totalidad de los legisladores de Morena. Por ello fue pertinente mostrar seguridad salvo para todos aquellos que piensan erróneamente lo contrario.

Es una realidad que Morena va caminando sólido y en una sola dirección; de hecho, el mejor aliado es la unidad. Prueba de ello fue el voto de confianza que ha mostrado al coordinador de la fracción. De esa forma, se rompen las intrigas y los ataques que, desde ahorita, buscan minar a corta distancia un despliegue de complot y teorías de la conspiración que desnudan la imprudencia.

En cambio, Morena– ya lo dijimos– mostró civilidad en su plenaria. En un ambiente de camaradería cerraron filas. Acudió el canciller. Asistió, de igual forma, una lista mayúscula de funcionarios de primer nivel que se comprometieron a seguir impulsado la agenda de trabajo de la 4T. Quienes pensaron lo contrario han iniciado una tarea mezquina: la de tratar de dividir.

No obstante, las reacciones no se hicieron esperar. Morena no será rehén de los supuestos conflictos que existen.

Morena trabajará sólido, al menos, eso no lo hicieron saber desde las entrañas del legislativo en la Cámara Alta. En tres años esa unidad favoreció y, prueba de ello, es el espiral de conquistas que han ratificado la responsabilidad.

Olga Sánchez dijo que llega al Senado para construir un marco idóneo del lado de los aliados. El tono conciliador y en todo momento atinado de la ex titular de Bucareli aseguró que, siempre, existe una salida y una solución del coordinador en casi todos los problemas que se presentan, en otras palabras, reconoció que solo hay un líder legislativo en la Cámara Alta.

Justamente esa fortaleza de unidad que demostró Morena será la punta de lanza para consagrar la 4T y las reformas que se concentran en las prioridades del presidente y de la propia sociedad. Al menos, esa es nuestra interpretación debido a que, la relación que se mostró en la plenaria, finalmente permite visualizar mayor estabilidad.

Recordemos que obra la oposición en polarizar debido a que cayó en desgracia; por ello, se necesita un solo interlocutor para dialogar y llegar acuerdos. En esa etapa, Olga Sánchez Cordero reforzará las tareas, aunque, el único con la fuerza suficiente que ha demostrado capacidad conciliadora, es precisamente el coordinador de los senadores de Morena.

El aporte de Olga será bueno, pero como para asumir la chamba que hace Monreal, lo veo complicado y titánico. De hecho, ese no es el propósito no lo aseguraron. Un ejemplo de ello fue lo que pasó en la plenaria. La batuta la llevó Ricardo, solo él.

Notas finales

Por cierto, en la plenaria asistieron todos los senadores de Morena. La mayoría de ellos favoritos para posicionarse en la candidatura de Regeneración Nacional en las entidades en 2022. De hecho, el Senado sigue siendo el epicentro de los asuntos en materia legislativa, incluido, por supuesto, el desempeño eficaz para asomarse en las próximas elecciones. Recordemos que, allí, salieron Félix Salgado Macedonio, Miguel Ángel Navarro, Víctor Castro Cosío, Rubén Rocha y Cristóbal Arias Solís que, de hecho, le jugaron mal en la dirigencia Nacional de Morena. Todo esto, en nuestra próxima columna.