El discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en tiempos de campaña fue fortalecer a las empresas productivas del país como la principal palanca de la economía. Se dicen muchas cosas sobre el proyecto de la Reforma Energética que envió el mandatario al Congreso. Al parecer el tema no será nada sencillo; eso parece, al menos, esa es la noción que existe, porque se necesita primero la aprobación en mayoría calificada.
PAN y PRD siguen firmes en su decisión y han dicho que no se echarán para abajo en su posición. El PRI, sin embargo, estudiará el tema desde un aspecto menos político dándole más énfasis al provecho que puede tener el país en el mercado eléctrico.
En cuanto al proyecto que envió AMLO, Morena y sus aliados empujan fuerte, no obstante, el hecho es que harán falta votos para encontrar esa anhelada mayoría que constitucionalmente se necesita. Por ello, la importancia se ha repetido en toda esta semana; sin embargo, es evidente que el tema va a arrojar mucha polarización entre las fuerzas legislativas.
Eso hasta cierto es normal considerando el impacto que ha generado. Los propios liderazgos del legislativo han dicho que, efectivamente, debe haber un diálogo permanente para analizar, y discutir antes de que sea aprobada.
A final de cuentas, es un tema sustancial que, evidentemente, tiene que ser minuciosamente estudiado y analizado por especialistas. Hablo de académicos, científicos y técnicos que conozcan a grandes rasgos el proyecto de Reforma Eléctrica que mandó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Y, en ese sentido, el punto toma más auge. Lo que sí es un hecho, es que el asunto tiene la intención de fortalecer las empresas y los suministros que se generan, eso sí, con mayor autonomía y capacidad del estado. Ciertamente, el proyecto sujeta un cambio de forma que pretende, a corto plazo, desprender las penurias que dejó el espiral de Reformas en tiempos de Enrique Peña Nieto.
Eso es otra forma de entender el asunto político porque, la propia oposición, fue la arquitecta institucional del Pacto por México en los cambios estructurales del sexenio de Peña Nieto. Ese mismo contrapeso es, hoy en día, el que la defiende a excepción del PRI que ha dudado en dar una clara postura dado que, tal vez en el momento más idóneo, otorgue los votos necesarios a Morena para sacar adelante la Reforma Eléctrica.
Ése es el propósito de Morena, del presidente y de las fracciones legislativas en ambas cámaras: encontrar aliados, sin embargo, desde el Senado de la República, han anticipado la importancia de este hecho no sin antes, anteponer el diálogo porque, el consenso, es la única ruta para avanzar tratándose de la normatividad en carácter estricto de la mayoría calificada que se necesita.
Por ello, debe haber pluralismo y apertura a todas las posturas sin distinción no solo para tener un acercamiento más exacto al impacto que en un futuro generará en los mercados eléctricos, sino para dar confianza a la población sin decisiones apresuradas, eso sí, con un estudio de especialistas y experto para que el tema, se haga menos complejo.
Se aprobará la Reforma Eléctrica, de eso no hay duda. Hay suficiente oficio político en el poder legislativo, pero sin ignorar la apertura y proponer siempre el consenso como herramienta de diálogo y acuerdos.
Javier Lozano I Twitter: @JavierLozanoMor