Es imposible no hablar del tema cuando nos encontramos en la antesala de la segunda mitad del sexenio del presidente López Obrador y, más aún, en el momento que hay ánimo Nacional por los resultados de la pasada elección del 6 de junio.
En términos políticos, cada quien tiene su lectura en ese sentido de a quién le fue peor, quién ganó y arrebató terreno, y quién abrió camino para la esmerada sucesión presidencial rumbo al 2024 que, desde ahorita, se pelea palmo a palmo.
Por ello implicó, que la mayoría de analistas y líderes de opinión y como consecuencia de los temas dominantes de la agenda pública que son la transición en los estados, la Ciudad de México y, por supuesto, el tema latente de la Línea 12 de metro, dieran su lectura considerando la atmósfera que actualmente vivimos.
Y si a eso le sumamos las palabras poderosas que marcan la pauta a través de la mañanera, el punto subió y escaló luego de que el presidente López Obrador diera su opinión sobre los resultados, el animó se calentó. No es solo la elección que pasó, sino el tema es quién desde ahorita se perfila como presidenciable para la sucesión.
Hay figuras que se reivindicaron y, otras por cuestiones sociales y policías, cayeron cuando enfrentaron por delante temas y hechos que han sacudido sus aspiraciones.
En la baraja de posibles candidatos, el mismo AMLO subió a Tatiana Clouthier, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Esteban Moctezuma, pero...¿ olvidó a Ricardo Monreal? , o simplemente lo minimizó.
Se ha vuelto una tendencia estos últimos días este tema, sin embargo, hoy podemos decir que, a Ricardo Monreal, no hay que descartarlo.
La experiencia política nos dice que no hay enemigo pequeño ni muchos menos alguien seguro; las piezas se pueden mover si vemos las cosas desde un punto de vista muy crítico; en este sentido, lo que ha pasado en el corto plazo en dos temas que no dejan de ser tema de discusión podemos ir deduciendo quienes tienen mayores posibilidades.
Desde mi opinión crece más el potencial de Ricardo Monreal.
Si me preguntan ¿por qué?, es simple: el coordinador de los senadores es un actor inteligente; sabe perfectamente cuándo actuar y salir al escenario público.
Claudia y Marcelo tienen el centro de atención, pero Ricardo Monreal no quiso quedarse atrás y ocupó los reflectores en una entrevista que tenía más tintes presidenciables en una estrategia política para levantar la mano y hacer sentir su liderazgo y presencia como un posible candidato y sucesor del presidente. Se quitó y deshizo de la responsabilidad de lo que pasó con los resultados de la elección del 6 de junio en la Ciudad de México; le achacan la parsimonia y la poca operación territorial en la delegación Cuauhtémoc, pero, ¿y las demás?
Es obvio que alguien tiene que pagar los platos rotos de la dura derrota de Morena en la Ciudad de México y han pretendido descargar el costo político negativo a Ricardo Monreal que nada tiene que ver. La clave está en que hubo exceso de confianza y se pensó que tenían asegurada un bastión que, durante años, mostró fidelidad a López Obrador. No obstante, eso se terminó, al menos en esta contienda.
Además, si somos más estrictos existe más incertidumbre para Marcelo y Claudia. Ambos cargan con la línea 12 del metro. Quizá más el canciller, pero también la jefa de gobierno que debe estar en sintonía con los hechos día a día en las anomalías y deficiencias de infraestructura de los servicios de la ciudad, sobre todo en mantenimiento.
Por ello, si alguien sale mejor librado de este proceso es el propio Ricardo Monreal. Nadie puede anular su aspiración que, por cierto, se sostiene al preservar una relación poderosa con todas las fuerzas y partidos desde el Senado; lo mismo, su poder político crece porque ha resultado una agenda complicada en materia legislativa que ha salido adelante sin rupturas ni flaqueo.
En tiempos que tiene que actuar lo hace de manera eficiente como un aliado efectivo del presidente. Es cierto que Andrés Manuel tiene la última palabra, sin embargo, el panorama se puede todavía no marcar a un favorito, aunque muchos ya colocan a Claudia y Marcelo.
Insisto, Ricardo Monreal tiene mucho potencial. El presidente lo puede respaldar y, si no es él, la oposición perfectamente lo puede candidatear para responder con una carta sumamente competitiva luego del antecedente que vivimos en la ciudad de México en el que, Morena, dejó de ser dominante.
Dicen que para que “la cuña apriete tiene que ser del mismo palo” Si menosprecian e intentan sacar de la jugada a Ricardo Monreal no tengo la menor duda que, el coordinador de los senadores, estará pensando en un plan B, si, con la misma oposición.
¿Se imagina compitiendo a Marcelo Ebrard o Claudia Sheinbaum con Ricardo Monreal?
Sería una buena batalla, el contorno se volvería interesantísimo con pronósticos reservados. No es descabellado, la jefa desbancó a Ricardo Monreal hace tres años en una supuesta encuesta.
El episodio se puede repetir y agudizar el proceso interno, no obstante, Ricardo Monreal desde este momento muestra capacidad y responde en el instante preciso.
Veremos que pasa.