La alianza “Va por México” (PAN-PRI-PRD) no logró la mayoría simple, o absoluta, en la Cámara de Diputados. Tendrá entre 181 y 213 Diputados. Sólo pudo ayudar a quitarle la mayoría calificada a Morena y sus aliados. Fue un logro importante, pero no tan contundente como lo esperaban.
¿Pudieron completar con éxito su “travesía del desierto” que iniciaron a partir del 2018?
¿O sólo han llegado a un oasis ilusorio lleno de espejismos?
La batalla que “Va por México” (PAN-PRI-PRD) deberá librar ahora es la reconquista de su prestigio como alianza y como partidos políticos comprometidos con la democracia y los ciudadanos.
Durante tres años de un trabajo intenso en cada uno de los estados, PRI-PAN-PRD lograron construir una nueva historia que culminó con su relativamente buen desempeño en las elecciones del 6 de junio. Sin embargo, saben que lo que hicieron no es suficiente. Ahora tienen que reconstruir su influencia en el escenario nacional.
Es muy cierto que el trabajo político en los estados y en los municipios será fundamental. Sin embargo, los partidos también tienen una tarea que cumplir en el escenario internacional. Sin duda, ahí hay mucho trabajo por hacer.
El mundo es el flanco más débil de Morena: no lo entiende y no le importa.
Si los tres partidos deben actualizarse para ser más eficaces en su capacidad de impulsar iniciativas y políticas públicas que promuevan el avance de México, también deben cambiar para replantear su propio posicionamiento a nivel mundial.
Con una visión estratégica del nuevo papel que podrían jugar en el escenario global, los tres partidos deben difundir su renovado ideario programático, ampliar su ámbito de acción a través de las organizaciones partidistas internacionales y mantener una activa interlocución con otros partidos políticos e instituciones cívicas del mundo.
La pregunta que tendríamos que hacernos es: ¿tienen los tres partidos capacidad de aprendizaje? En primer lugar, deberían mantenerse cohesionados para reafirmar su identidad esencial y, al mismo tiempo, redefinirse como partidos vanguardistas con propuestas de avanzada para responder con eficacia a las justas exigencias de la ciudadanía. En segundo lugar, necesitamos que los tres partidos se conviertan en organizaciones “inteligentes”, capaces de aprender para adecuarse a las nuevas situaciones históricas y condiciones políticas.
Los tres partidos deben renovar su forma de proyectarse en el mundo para incidir constructivamente en la formulación y conducción de la política exterior. Deben también contribuir a encontrar soluciones eficaces ante los grandes retos comunes que enfrenta la humanidad en materia de competitividad económica, desarrollo social, seguridad y sustentabilidad.
El mundo de hoy se distingue, entre muchas otras cosas, por un replanteamiento de lo que constituye la esencia del poder y las fuentes de donde emana.
Los Estados-Nación son, y seguirán siendo, los actores preeminentes. Pero comparten el escenario global con otros actores que cuentan con una creciente capacidad de acción e influencia: entidades de gobierno sub-nacionales y organizaciones supra-nacionales o multilaterales, empresas y medios de comunicación de alcance mundial, individuos y personalidades comprometidos con causas específicas, asociaciones ciudadanas y, por supuesto, partidos políticos.
Paradójicamente, estos mismos partidos políticos hoy atraviesan por una profunda crisis de legitimidad, producto de un desfase entre la cambiante realidad de las sociedades alrededor del mundo y la capacidad de dichos partidos para canalizar con eficacia las demandas y aspiraciones de quienes comparten una misma afinidad política.
Hoy los partidos tiene ante sí un doble reto: por una parte, articular y transmitir con absoluta claridad el apego a determinados principios y su postura respecto a las agendas nacionales, locales y globales correspondientes; y, por la otra parte, aprovechar al máximo la capacidad de interacción con la ciudadanía nacional, local y global que brindan tecnologías como Internet y las redes sociales, al igual que un creciente panorama de foros internacionales para la discusión pública y el intercambio de experiencias.
Los tres partidos deben promover activamente una mayor presencia en otros espacios de interlocución donde puedan dar a conocer de manera puntual su ideario político. La tarea no será fácil. Su imagen está deteriorada y sigue estando asociada a estereotipos o cualidades negativas.
Si pensamos en mercadotecnia política a escala global, los tres partidos tendrían que emprender cuanto antes una activa campaña de reposicionamiento para asociar su “marca” a cualidades esencialmente positivas: tienen una amplia experiencia como partidos en el gobierno; tienen un compromiso fundamental con la democracia; tienen un apego irrestricto a la legalidad; y quieren que en México impere un Estado de Derecho, que se promueva la justicia social, que se impulse la inversión, la creación de empleos. En pocas palabras, los tres partidos quieren que nuestro país alcance un mayor desarrollo.
Para ello, necesitarían poner en marcha una estrategia integral, con enfoque claro, disciplina y perseverancia, para alinear esfuerzos en, al menos, siete frentes:
1. Asignar la más alta prioridad a su tarea internacional. Es necesario definir los mensajes, las narrativas, y ampliar su presencia activa en organizaciones formales y foros coyunturales en las diferentes regiones del mundo.
2. Desarrollar relaciones constructivas con los medios de comunicación internacionales. La historia de cada partido debe ser transmitida en forma consistente mediante una nueva narrativa, que resulte convincente y también atractiva para los corresponsales extranjeros que escriben desde México. Esto debe ser complementado con una estrategia de acercamiento con los editores de las principales publicaciones internacionales, así como con otras personalidades y líderes de opinión mundiales atentos a nuestro país.
3. Fortalecer la vinculación con las universidades extranjeras, centros de investigación académica (think tanks) en diferentes países y con expertos internacionales que han hecho de México su campo de estudio. Los estudiantes mexicanos en el extranjero pueden convertirse en un conducto privilegiado para organizar la presencia de los partidos en los campus universitarios de mayor influencia del mundo.
4. Desarrollar una relación inteligente y eficaz con las comunidades de mexicanos en el extranjero. Éste sigue siendo un terreno fértil para ampliar la presencia de los partidos en diferentes países, particularmente en los Estados Unidos.
5. Promover de manera permanente, alineada, coordinada, enfocada y disciplinada, la participación de los legisladores de los tres partidos en los principales foros académicos internacionales.
6. Mantener y dar seguimiento constante a todos los espacios antes señalados a través de las redes sociales y poniendo el foco en el mal desempeño del gobierno.
7. Establecer fundaciones, fábricas de ideas, para generar propuestas y formar cuadros con la capacidad de participar con eficacia en cualquier foro mundial para promover lo que significa el avance democrático de México.
Los tres partidos tienen la oportunidad, y la responsabilidad, de proponer una agenda alternativa de política exterior. Después del lamentable deterioro internacional en estos primeros tres años de la 4T, una de las principales tareas que partidos y sociedad deben emprender es la recuperación de la imagen y la capacidad de influencia de nuestro país en cada región del mundo y en todos los espacios de actuación multilateral.
PRI-PAN-PRD pueden contribuir, mediante una activa presencia internacional, a que México avance para concretar, en los hechos, el enorme potencial que lo consolide como una auténtica potencia regional y como un actor de alcance global.
Para completar la travesía del desierto que iniciaron en el 2018, y para ir más allá del oasis al que llegaron con los resultados del 6 de junio, no les basta con ser exitosos en algunas contiendas electorales. Los tres partidos tendrán que ganar el debate de las ideas, articular una crítica sólida al desempeño del gobierno y reconstruir su prestigio internacional.
@javier_trevino