Isabel Diaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha sostenido diversos encuentros en los Estados Unidos en el marco de su visita a Norteamérica. Diaz Ayuso, joven mujer conservadora del Partido Popular, ha sido capaz de posicionarse públicamente como una opositora de referencia al gobierno de Pedro Sánchez y contra la izquierda representada por Podemos y por los independentistas catalanes.
Diaz Ayuso, hasta hace unos días desconocida en México, ha sido mencionada en un buen número de titulares en diarios mexicanos y extranjeros. Ello derivó de haber cuestionado la decisión del papa Francisco de “haber perdido perdón por los pecados de la Iglesia católica” durante la conquista de América, pues, según declaró la funcionaria, España había llevado la civilización a las Indias occidentales. El hecho tuvo lugar en el contexto del mensaje del sumo pontífice al pueblo de México luego de la celebración de la Consumación de la Independencia de nuestro pais.
Este suceso provocó el repudio de un buen número de simpatizantes de izquierda quienes la acusaron de pertenecer a la extrema derecha, de ser reaccionaria, “facha” y de pregonar valores “extremistas” de la presencia española en América durante trescientos años.
¿Por qué se tilda ahora de extrema derecha a principios que han sido abanderados durante cinco siglos? A la luz del pensamiento cristiano del siglo XVI, la Iglesia católica sí que rescató a numerosos pueblos indígenas de la antropofagia practicada por civilizaciones como la azteca y la maya. Si bien los misioneros cometieron errores, propios del siglo XVI pero mal entendidos ahora por los valores del siglo XXI, también es verdad que la voluntad de los españoles fue extender el mensaje cristiano. De igual forma, también habrá que recordar que el propio papa Alejandro VI, polémico pontífice, instruyó a las órdenes religiosas de la época evangelizar a los nuevos pueblos conquistados.
¿Por qué se acusa ahora a la Iglesia católica y a personajes de la derecha como Diaz Ayuso de pertenecer a la odiada “extrema derecha? ¿En qué momento los principios abanderados por la Iglesia abrazaron los ideales de la extrema derecha? ¿En qué momento se confundió la defensa de la significación de la evangelización con motivaciones como el rechazo a la inmigración masiva? ¿En qué momento la Iglesia abrazó a la extrema derecha? Estas interrogantes encuentran respuesta en la narrativa de una pseudo-izquierda que busca desnaturalizar el sentido de la historia con fines políticos.
Estos innecesarios intercambios verbales entre el papa Francisco, el presidente AMLO y todos aquellos que osan reivindicar los principios clásicos abrazados por la Iglesia católica desde tiempos inmemoriales son el resultado de una desafortunada narrativa del jefe del Estado mexicano dirigida a tergiversar la historia; con el propósito de dividir, sembrar la discordia entre mexicanos de tez clara o más oscura, entre pobres y ricos, entre católicos y no católicos, entre letrados e iletrados y entre cientificos o analfabetos. Hasta allí ha llegado el populismo de nuestro presidente. Es una pena.