Es verdad que AMLO busca la concentración de poder presidencial en Palacio Nacional, en detrimento de los sistemas de pesos y contrapesos, en un clara amenaza contra la práctica teorizada algún día por el barón de Montesquieu. Para ello, controla a manos libres el Congreso, busca subyugar al Poder Judicial y pone en práctica técnicas de antaño para mantener en línea a los gobernadores, en una acción del neoporfirismo que tanto jura detestar.
Desde el inicio de su gobierno, no cejó en su empeño de lastimar a los órganos constitucionales autónomos. Tal fue el caso del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) eliminado textualmente de la Carta Magna y sustituido por una comisión dependiente de la Secretaría de Educación Pública. Los otros organismos han sido atacados mediante recortes presupuestales decididos desde el Congreso morenista.
Ahora, un buen número de analistas observan preocupados las últimas declaraciones de AMLO en torno al Banco de México y el supuesto intento del presidente de atacar la autonomía de Banxico.
¿Eliminar la autonomía de las instituciones?
Vamos a ver. AMLO puede reducir – o eliminar- la autonomía del INAI, INEGI o INE. Recordemos, en el caso de este último, que las elecciones en la mayoría de los países son organizados por los ministerios del Interior. Sin embargo, como resultado de las derivas autoritarias de los pasados gobiernos, aunado a la desconfianza ciudadana, fue imperante la creación de un organismo libre de la intromisión del presidente de la República.
No obstante estas razones, mismo AMLO, este presidente ex priista con tintes “echeverristas” conoce bien que una intromisión del Ejecutivo en materia de política monetaria sería devastadora para el país. Mismo AMLO, este líder carismático que atenta contra los organismos autónomos, conoce la relevancia de la autonomía de Banxico y no se aventuraría -así pensemos- a destruir la autonomía de Banxico, o al menos, en lo que toca a sus competencias exclusivas emitir dinero, y con ello, el control de la inflación.
AMLO, lo sabe
La historia reciente del país ha enseñado que las competencias en materia de política monetaria deben quedar reservadas al banco central. Esto no es discutible. Es una exigencia introcovertible. Como bien señalé en este espacio de SDP Noticias, la independencia de los bancos centrales no es una exclusividad mexicana, sino que responde a la necesidad de la separación institucional con respecto al gobierno federal. Véase la Reserva Federal estadounidense u otros. AMLO lo sabe. Y por ello, no osará, al lado de personajes competentes como Arturo Herrera, navegar en otra dirección.