La política al interior de Morena sigue su curso. Los dos punteros, a saber, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, avanzan sus posiciones. Por un lado, la jefa de gobierno de la Ciudad de México anunció hace dos días la integración de Martí Batres como Secretario de Gobierno. Figura nada desdeñable. Batres se ha configurado como una pieza fortísima dentro de Morena y uno de los principales aliados de AMLO en el Senado de la República, y por tanto, clave en las nuevas leyes y reformas de la autoproclamada 4T.
Por el otro, el canciller Marcelo Ebrard finalmente se destapó. Lo anunció en la mañanera, y lo colgó en su cuenta de Twitter ( yo confieso tener la impresión de que la cuenta de Twitter de un canciller servía para informar sobre el trabajo de la Cancillería y sobre el estado de las Relaciones Internacionales de México, y no sobre pretensiones políticas del funcionario en turno).
Con estos acontecimientos se advierte la carrera que tiene lugar dentro de las filas de Morena. Pero como bien ha señalado Ebrard, nos encontremos a la mitad del gobierno, y tres años es un siglo en política.
Sheinbaum, por su parte, celebró hace algunos días como bombo y platillo la inauguración del Cablebús, el cual recorrerá desde Cuatepec hasta Indios Verdes. ¡Vaya terror! ¡Admiro a los valientes que osarán montarse en semejante transporte público construido por los mismos que diseñaron y dieron mantenimiento a la línea 12 del metro! ¡Pero ahora desde las alturas!
En suma, se empiezan a mover las piezas en Morena. Según se observa, Sheinbaum lleva la delantera tras haber sumado a un su equipo a un “peso pesado” del morenismo. Sin embargo, la jefa de gobierno tendrá ante sí un enorme desafío, ya no únicamente en materia de seguridad, sino sobre todo en el manejo de la pandemia en la capital del pais.
Los contagios van al alza en México y en el mundo, y hasta el momento, el semáforo de la capital no se mueve. Probablemente derivado de una buena y suficiente capacidad hospitalaria, o según especulan algunas voces, de un manejo político de la situación. La realidad, no obstante, es que la variante Delta ha irrumpido en nuestro país y amenaza con desetabilizar el sistema sanitario; ciertamente no en los niveles alcanzados en enero del presente año, pero sí lo suficiente para anunciar modificaciones en el semáforo epidemiológico.
AMLO, por su parte, continúa con sus mañaneras, presumiento una autoproclamada cuarta transformación que poco – o nada- ha aportado a la patria.