La investigación por parte de la Fiscalía General en contra de Ildefonso Guajardo ha generado controversia nacional. Muchos priistas – y no priistas- han salido a la defensa del ex secretario arguyendo que se trata de un funcionario honesto. Adicionalmente, no pocos han argumentado que Ildefonso Guajardo fue uno de los funcionarios más competentes del gobierno de Peña Nieto.

No está de más recordar que Ildefonso Guajardo fue el responsable de dar la cara frente al gobierno de Donald Trump en aquellos complejos momentos que la viabilidad comercial de nuestro país estaba en juego. Gracias a la experiencia del secretario, el gobierno de México sacó lo mejor de un T-MEC que amenazaba con contar con cláusulas sumamente dañinas para los intereses nacionales.

¿Por qué ahora contra Guajardo?

Mientras fueron bien documentados otros reportajes en torno a personajes como Luis Videgaray o el propio Peña Nieto, estos parecen quedar excluidos de cualquier indicio de posible investigación . Ildefonso Guajardo, por su parte, acusó a la FGR de una persecución política; aseveración inmediatamente negada por la Fiscalía.

¿Tendrá presente aún la FGR el potencial conflicto de interés de la casa de Videgaray en Malinalco con el grupo Higa? ¿O dónde quedó la resolución en torno a la casa blanca de Peña Nieto?

En su momento, AMLO y sus correligionarios aseveraron que México vivía el peor momento en términos de corrupción, y que él, una vez llegado a la presidencia, no escatimaría esfuerzos para castigarles.

No ha sucedido, y quizá, no sucederá. ¿Existe algún pacto de impunidad con Peña Nieto y sus funcionarios más cercanos como Videgaray? Lo desconocemos. Lo que sí que es verdad es que resulta lamentable que Ildefonso Guajardo sea ahora objeto de una investigación, cuando los “peces gordos” de la administración peñanietista campean alrededor del mundo, sea en Boston o en Madrid.

En suma, la investigación, y quizá imputación, del ex secretario – y ahora diputado electo-Ildefonso Guajardo levanta serios cuestionamientos en torno a las prioridades “anticorrupción” del gobierno de AMLO. Como bien he señalado en otro momento en este mismo espacio de SDP Noticias, el presidente AMLO puede ser él mismo una persona libre de actos de corrupción. Sin embargo, los vaivenes de la política mexicana podrían conducirle a romper con los mismos principios que él asegura abanderar.