Fue el expresidente Donald Trump quien popularizó el término de “fake news”, a saber, supuestas noticias falsas que pretenden pervertir una realidad con el propósito de crear la sensación de la existencia de una verdad distinta. La estrategia seguida por el exmandatorio le resultó asaz exitosa en 2016, y mismo, en 2020, le hizo ganar un gran número de votos en la elección contra el demócrata Joe Biden.

AMLO la replica ahora. Con su nueva sección mañanera, el presidente mexicano busca tildar como “noticias falsas” a todos aquellos acontecimientos reportados por la prensa que pudiesen resultar contrarios a su narrativa mediática y a sus intereses políticos.

Esta estrategia hace imperante que los mexicanos amplíen sus fuentes de noticias. Por un lado, no estarán exentos de escuchar las maravillas que AMLO reporta diariamente en sus mañaneras, mientras que, a la vez, leen las columnas de Carlos Loret de Mola o cualquier otro líder opinión contrario al régimen.

En este contexto, el propósito de AMLO es disputar la legitimidad de la verdad. Afortunadamente para él, el púlpito presidencial le ofrece una plataforma inigualable en las transmisión de sus mensajes. Sumado a ello, la popularidad del presidente frente a su base electoral le brinda una gran ventana de oportunidad de para negar “mentiras” que provengan de la “prensa conservadora”.

Como bien ha torpemente reconocido el propio AMLO, los mexicanos con algún grado de educación superior son “díficiles de convencer”. Esto debe leerse como una intención expresa del presidente de hacer penetrar sus mensajes dentro de los deciles inferiores de la población y quienes no cuentan con una educación de calidad que les permita cuestionar las altamente cuestionables declaraciones de AMLO en las mañaneras.

Las columnas más leídas de hoy

La prensa, por su parte, se enfrenta a un presidente omnímodo que aún es escuchado y cuyo canal de comunicación con sus votantes no ha sido destruido, a pesar de los ostensibles fracasos en cada arista de sus políticas públicas.

A la estrategia de AMLO de polarizar a la nación en dos (o más) se suma ahora la de las Fake News, es decir, entrar en la batalla por la legitimidad de contar con la voz de la verdad. El presidente busca, en este sentido, crear hacia la 4T una inexistente percepción de éxito y bienestar.

Como mexicanos, debemos repudiar abiertamente y sin ambages las intenciones autoritarias de AMLO de buscar monopolizar la verdad, en detrimento de la prensa y de las voces opositoras. Por el contrario, exijamos una educación de calidad que nos facilite los instrumentos para ser capaces de dilucidar entre noticias falsas y legítimas.

Mientras el presidente se enzarza en el engaño populista, la inseguridad prevalece, la pobreza aumenta, muchos fallecen y los niños enfermos no reciben los medicamentos que necesitan. AMLO, nuevamente, gobierna con el discurso, y no con acciones de Estado. Lamentable.