Ricardo Anaya no deja de ocupar los principales titulares en las redes sociales y los medios de circulación nacional, luego de su anunciado autoexillio como resultado de la investigación iniciada en su contra por parte de la Fiscalía General de la República por presuntos actos de corrupción relacionados con el caso Emilio Lozoya.
El chicken (como es llamado Anaya burlonamente debido a su semejanza física con el simpático personaje animado de Chicken Little ) ha acusado al presidente AMLO de cometer una vulgar injerencia política en asuntos legales. El presidente, por su parte, se ha defendido aduciendo que “se trata de un tema de la Fiscalía y del Poder Judicial”; difícil de creer en un presidente que se ha empecinado en avasallar, mediante su carisma y alta popularidad, a los poderes del Estado.
Sin embargo , y a pesar de todas los efectos negativos que la investigación pudiesen traer a Anaya, la situación podría favorecerle. Recordemos, en este contexto, que uno de los factores que hicieron posible la victoria de AMLO en 2018 fue la desintegración de la alianza electoral antilopezobradorista de 2006 y 2012.
Anaya, en una torpe jugada política, rechazó el apoyo del priismo, pues estimó en su momento que el rechazo generalizado hacia Peña Nieto y el PRI resultarían contraproducentes para su campaña en 2018. Así las cosas. AMLO arrasó, y el PAN y el PRI quedaron en segundo y tercer lugar, respectivamente.
Esto podría cambiar. Los líderes nacionales del PRI y PRD, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, condenaron los ataques de AMLO hacia Anaya e Ildefonso Guajardo. Enseguida, acusaron al presidente de cometer autos autoritarios ajenas a un Estado libre y democrático. ¿Y el PAN? ¡Ni se diga! Atrás parecen haber quedado las fracturas suscitadas por la rivalidad de Anaya contra el calderonismo, pues el propio expresidente Calderón, sumado a otros personajes destacados del panismo como Gustavo Madero, se han sumado al apoyo a favor del queretano.
En adición a ello, el PAN en la Cámara de Diputados, mediante un desplegado dado a conocer el pasado lunes, denuncia sin cortapisas las acciones del presidente a la vez que expresa su solidaridad con Ricardo Anaya.
¿Qué podemos concluir?
Si la Fiscalía es incapaz de armar un expediente serio contra Anaya, y si el queretano sale bien librado tal como lo hizo en 2018 en el tema de las naves industriales, el chicken bien podría reunir los apoyos de la debilitada oposición contra Morena y los suyos. Al final, no será AMLO quien aparezca en la boleta en 2024, sino un candidato que, si bien será respaldado por el presidente, difícilmente podrá repetir el éxito electoral apabullante de 2018.
En suma, Ricardo Anaya podría tener una oportunidad. El panista se ha caracterizado por una aguda capacidad política y por una narrativa discursiva que le sumado un buen número de adeptos. Ahora, tras su eventual victimización, bien podría el panista abrirse buenos espacios rumbo al 2024. Al tiempo.