AMLO y el Fiscal General de la República Alejandro Gertz Manero, buscan enviar a Ricardo Anaya a prisión. En el contexto de las acusaciones en contra del excandidato presidencial, la Fiscalía tiene el objetivo de construir un expediente acusatorio que vincule a Ricardo Anaya con Emilio Lozoya -extitular de PEMEX- y con Odebrecht, bajo el supuesto de que el queretano habría recibido 6 millones ochocientos mil pesos para que votara a favor de la aprobación de la Reforma Energética de 2013.

A reserva de que la Fiscalía esclarezca el caso y que Ricardo Anaya presente debidamente su defensa, conviene recordar que el Partido Acción Nacional, desde su fundación como partido político que buscaba presentar una oposición ideológica al partido oficial, ha propugnado desde siempre la liberación del petróleo con miras a permitir la inversión privada en este sector.

En otras palabras, la reforma al artículo 27 constitucional (uno de los numerales más emblemáticos de la Revolución mexicana y de la carta magna de 1917) fue siempre un objetivo del panismo desde la consolidación de partido como primera fuerza de oposición. El propio expresidente de México Felipe Calderón lo intentó durante su gobierno. Sin embargo, la composición de las Cámaras en aquel momento, y sobre todo, la ineficacia de los panistas para lograr acuerdos, hicieron imposible una reforma energética.

Años más tarde el PRI, con el expresidente Enrique Peña Nieto a la cabeza, realizó una serie de negociaciones dirigidas a la promulgación de las reformas estructurales. Peña Nieto, echando mano de sus bazas políticas, buscó en el PAN los votos para la Reforma Energética, con la oposición del PRD y de la “izquierda” en el Congreso.

¿Qué podemos concluir?

Si bien AMLO y Gertz Manero han asegurado que el caso Ricardo Anaya no se trata de una persecución política, esta idea resulta poca creíble. ¿Actuó Anaya motivado por los ideales históricamente abanderados por su partido? ¿o participó en una de las redes de corrupción más extendidas desde que se tiene registro? ¿o ambos? ¿Forma parte el panista de la conspiración Odebrecht?

La ciudadanía exige una respuesta. Desafortunadamente, el entramado político, los intereses en disputa y la opacidad gubernamental difícilmente harán posible el esclarecimiento de uno de los escándalos de corrupción más complejos en la historia de México y de América Latina.