Hace algunos días Europa fue conmovida ante la promulgación de una ley en Hungría que prohibe la “promoción de la homosexualidad en los menores de edad”. Este texto prevé la limitación de la difusión de programas de televisión o cualquier otro medio que pudiese incitar en los menores la curiosidad hacia las prácticas o preferencias sexuales distintas.
Esta acción por parte del controversial presidente Vicktor Orban suscitó numerosas reacciones a lo largo del continente, y muy en particular, en el seno de los países miembros de la Unión Europea. Como respuesta, la municipalidad de Múnich, Alemania, optó por la iluminación de su estadio de fútbol con la bandera multicolor para el partido Alemania contra Hungría, en una señal de protesta contra Orban y contra cualquier signo de discriminación contra las comunidades gay, lésbico y transexual.
Sin embargo, la UEFA, en tanto que autoridad organizadora de la Eurocopa, contravino la decisión de las autoridades bávaras y prohibió la expresión de apoyo. Esto le valió, como era predecible, un vaivén de críticas. En opinión de la UEFA, la organización debía abstenerse de inmiscuirse en política. A final de cuentas, el partido no favoreció a los alemanes y resultó en un lamentable empate 2-2. Los sucesos que tuvieron lugar en Europa ponen de relieve la deuda de los Estados hacia el aseguramiento del respeto de los derechos de los homosexuales.
En noticias recientes más positivas, el banco de Inglaterra emitió por primera vez un billete de 50 libras esterlinas con la imagen, al reverso, del gran matemático británico Alan Turing. El lector recordará sus grandes contribuciones a la ciencia de la computación. Lamentablemente, Turing sufrió en su momento las conseucuencias de una legislación desfasada y discriminatoria, lo que le llevó a ser castigado por las autoridades. Sin embargo, Gran Bretaña hoy resarce su agravio y le homenajea.
En este contexto, hoy da inicio en la Ciudad de Méxco la marcha LGBT. Su reclamo es legítimo. Exigen acciones del Estado que favorezcan la igualdad de derechos civiles tales como el matrimonio igualitario y a no ser discriminados por motivos de orientación sexual. Según ha trascendido, debido al posible repunte de contagios en México, la marcha será virtual
Desafortunadamente, México, al igual que un gran número de países alrededor del mundo ( como Hungría) se encuentran rezagados en materia de igualdad de oportunidades. Mientras algunas entidades progresistas parecen avanzar hacia la legislación de leyes que permitan el matrimonio igualitario, otros, como aquellos que se localizan en el Bajío mexicano, continuan fieles a la ideología conservadora que les es propia.
En suma, los homosexuales y demás denominaciones merecen todo nuestro respeto y están plenamente legitimados para exigir del Estado mexicano la puesta en marcha de mecanismos legales que impidan la discriminación positiva, con el propósito de que puedan explotar sus potenciales, y con ello, contribuir al enriquecimiento de nuestra sociedad.