Considéresele un joven educado y sabiondo o el único personaje capaz de vencer a Morena en 2024, o llámesele Chicken Little o el joven maravilla, Ricardo Anaya Cortés tiene razón cuando cuestiona “¿Qué carajos tiene que informar?” en alusión al informe de gobierno de AMLO con motivo del tercer aniversario de su victoria en las urnas.
Al día de hoy, México se encuentra en un peor estado, desde cualquier arista por la cual se mire. La gobernabilidad se ha deteriorado y la violencia se ha disparado, a raíz de la fracasada política de “abrazos no balazos”, la pobreza se ha exacerbado (échese un vistazo a los números del CONEVAL) la educación está en ruinas y el país está profundamente dividido; todo ello debido a un movimiento político sin visión de Estado y como resultado de la presencia de un presidente que se empecina en llevar al país hacia una incorrecta dirección.
A cambio de ello, tenemos a un presidente carismático que ha optado ahora por la más vulgar estrategia de distracción. Allí tenemos los nuevos espacios mañaneros llamados “¿Quién es Quien es las mentiras de la semana? AMLO se supera a sí mismo. Ahora, el presidente dedicará un espacio para el vapuleo y la descalificación de decenas de periodistas que cuestionan su gobierno y sus resultados.
Este nuevo “espacio informativo” será un lamentable foro de distracción para los principales problemas nacionales. Se trata de un grosero intento de manipulación de millones de mexicanos que siguen creyendo fielmente en una cuarta transformación que ha quedado tanto a deber a nuestro país.
Muchos de los seguidores de AMLO aseveran que con la llegado del mesías tropical a Palacio Nacional terminó la era de represión. Discutible. Sin embargo, el escarnio público del cual serán objeto los periodistas no tendrá precedente en la historia de nuestro país.
AMLO ha cruzado un nuevo umbral del populismo. Quizá haya quedado atrás el popular Aló Presidente del difunto Hugo Chávez. Vivimos, en este contexto, un experimento populista jamás visto en la historia del país. Debimos haberlo visto en aquellas mañaneras cuando AMLO fungía como jefe de gobierno del Distrito Federal. Desafortunadamente, fuimos miopes ante las advertencias.
¿Quién es quien en los fracasos? Miremos hacia Palacio Nacional.