Con motivo del viaje de Jeff Bezos al espacio, la senadora estadounidense Elizabeth Warren tuiteó “ya es tiempo de que Bezos atienda sus asuntos en la Tierra y que comience a pagar los impuestos que le corresponden”. El mensaje de Warren, bien conocida por sus posturas en favor de los intereses de las clases medias, pone de manifiesto la desigualdad exorbitante que aflige al mundo.

Jeff Bezos, fundador de la empresa Amazon, ha cruzado el umbral de lo tolerable. Si bien la desigualdad ha existido en todas las sociedades y momentos, los millonarios solían viajar en aviones privados y poseer casas lujosas. Ahora viajan al espacio. Ya no serán -por lo visto- los Estados quienes financien viajes espaciales, sino individuos cuyos monopolios globales dañan irremediablemente la competencia.

Recordemos que, a contracorriente de lo que ocurrió en el mundo en 2020, Jeff Bezos duplicó su fortuna hasta alcanzar los 180 mil millones de dólares, como resultado de la utilización masiva de la plataforma Amazon para la adquisición de productos y servicios.

En este contexto, el viaje de Jeff Bezos y sus acompañantes no es una buena noticia para el mundo. Por un lado, ha aportado nada a la ciencia de la astronáutica, y por el otro, es un signo del acaparamiento infame de la riqueza mundial en unas cuantas manos. En adición a ello, bien vale mencionar las consecuencias medio ambientales que un futuro turismo espacial de los multimillonarios podría conllevar.

Estados Unidos, por su parte, se han comprometido a regular los monopolios y a prevenir la evasión fiscal.

Así sucedió en el pasado mes de junio en el marco del G7, en el momento en que las principales potencias del mundo prometieron establecer mecanismos internacionales para la aplicación de un impuesto mínimo del 15% para las ganancias obtenidas fuera de las fronteras nacionales. Sin embargo, como es bien sabido, la cooperación internacional suele limitarse a declaraciones políticas, pues los cabildeos al interior de los congresos inhabilitan a los gobiernos.

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México, por su parte, al igual que el resto de América Latina, sufre diariamente los estragos de la desigualdad.

Desafortunadamente, a pesar de los discursos populistas, el presidente López Obrador y su autoproclamada 4T han carecido de la capacidad – o voluntad política- para realizar una verdadera reforma fiscal que permita paliar la desigualdad, la cual SÍ afecta a la economía y al bienestar social.

Tal y como he insistido en estas líneas, el espectacular viaje de Jeff Bezos no es una buena noticia para el mundo.