Un balance preliminar sobre los resultados y el contexto de la consulta popular del 1 de agosto de 2021 en México, podría incorporar las siguientes ideas:
1. Hay varias interpretaciones sobre la escasa concurrencia de la ciudadanía a las mesas receptoras de opinión, de la Consulta Popular. Planteo tres:
a) La ciudadanía no encontró un motivo claro ni interesante para votar.
b) No se acudió a las urnas debido a la escasa información que las autoridades electorales, el gobierno federal y la sociedad proporcionaron a la ciudadanía.
c) México carece de una cultura política y democrática en escenarios donde no se ponen en juego puestos de elección.
2. Si el resultado de la consulta popular no es vinculante, sí es política y democráticamente preocupante, en términos de la incertidumbre que este escenario representa para las víctimas de violaciones de derechos humanos y de los abusos de poder cometidos y denunciados en años pasados.
3. La escasa discusión social y pública generada por la iniciativa de la consulta, no fue por el propósito o fondo de la pregunta, sino por el procedimiento y la pertinencia de la misma.
4. Asociado con lo anterior, la finalidad de la pregunta de la consulta popular, fue de obvia resolución. No había mucho qué discutir. Lo que se discutió socialmente fue: ¿El por qué y el cómo de la consulta?
5. Como el contenido y el trasfondo de la pregunta no se discutieron ampliamente, la forma se convirtió en lo más relevante. Y en la forma (redacción) intervinieron los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La consulta popular se hizo impopular por su falta de claridad. Hubo un fenómeno de “complejización” o de ambigüedad de la pregunta.
6. Una interpretación adicional sobre este tipo de ejercicios de democracia participativa, es que llegó para quedarse. Y que, de menos a más, esta experiencia abona a favor de la cultura política y democrática de la ciudadanía.
7. En lenguaje futbolero, decir que la “consulta fue un fracaso”, es un autogol.
8. El ejercicio de la consulta, en sí mismo, como parte de la temprana democracia participativa mexicana, me parece una experiencia exitosa (alrededor de 6.7 millones de participantes) a pesar de las adversidades de comunicación social y de organización.
9. Raúl Trejo Delarbre, profesor e investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, escribió (2 de agosto): “La consulta sirvió para algo: gracias a ella conocemos el auténtico voto duro e incondicional de AMLO y Morena. Se trata, más o menos, de 7 millones de personas. Es menos de la 4a. parte de los 30 millones de 2018. Es la tercera parte de los votos para Morena y aliados en junio (de 2021).” (1)
Mi comentario sobre el texto de Trejo Delarbre es el siguiente: Qué pena. Su análisis es simplista, “reduccionista” y con generalizaciones insostenibles. Más allá de sus especulaciones tendenciosas, Raúl Trejo debería dedicarse a estudiar, sociológicamente, el perfil de los votantes en cada contexto político electoral o de cada consulta a la ciudadanía.
10. Pregunta: ¿Cuál es el lugar que tiene la democracia en el orden de las prioridades nacionales y, en particular, este tipo de ejercicios de democracia participativa?
11. El Instituto Nacional Electoral (INE) informó la noche del 2 de agosto: “El Consejero Presidente, Lorenzo Córdova, anunció que el porcentaje estimado de participación de la Consulta Popular fue de un 7.07-7.74%.
Rangos de opinión (respuesta a la pregunta):
Sí: 89.36-96.28%
No: 1.38-1.58%
Nulos: 2.19-9.21%
12. El presidente consejero del INE informó que el costo de la consulta fue de 528 millones de pesos. Si redondeamos la cantidad de participantes a 7 millones de ciudadanas y ciudadanos, el costo por voto ejercido fue de aproximadamente: $75.42 El costo sería más alto si no participaron más de 7 millones de personas.
Si se hubieran reunido unos 40 millones de votos, el costo por boleta depositada en la urna, en esta consulta popular, habría sido de aproximadamente: $13.20
13. ¿Cuál fue el costo por voto emitido el 6 de junio de este año? ¿Cuánto nos costaron los votos emitidos en la jornada del 1 de julio de 2018? ¿Cuánto nos costará a las y los ciudadanos cada voto en la jornada de marzo próximo, cuando se decida sobre la revocación o no de mandato?
14. ¿Por qué el presidente de la República, AMLO, no votó en esta consulta cuyo contenido no se limitó al enjuiciamiento a expresidentes? ¿Acaso no es su responsabilidad, aparte de dar un ejemplo de participación cívica, como ciudadano?
15. ¿Por qué no se admitió el voto o la opinión de las y los ciudadanos mexicanos en el extranjero; por qué no hubo mesas especiales de recepción de votos u opiniones en todo el territorio nacional?
16. Si, en efecto, esta consulta estaba orientada a reivindicar, finalmente, el respeto a los derechos humanos de las víctimas, por la verdad y la justicia: ¿Cómo queda el tema de la integración de una o varias comisiones de la verdad para esclarecer tales violaciones de derechos humanos y abusos del poder tanto de ex presidentes como de ex gobernadores en México?
Fuente consultada:
(1) Raúl Trejo aparece con la cuenta @ciberfan en Twitter. (2021)
@jcma23