Aunque históricamente Estados Unidos y México han sido aliados, la situación entre ambas naciones se ha vuelto frágil y corre peligro de romperse.
Después de la andanada de críticas de republicanos y demócratas en contra de las políticas del gobierno mexicano en materia de seguridad, tráfico de drogas y energía, el pasado domingo AMLO se reunió con una delegación bipartidista de legisladores y representantes estadounidenses liderada por el extremista senador republicano por Texas, John Cornyn, para tratar temas como el tráfico de armas, migración y fentanilo.
Este senador trumpista, habría propuesto dar trato de terroristas a los cárteles mexicanos de la droga para que las fuerzas armadas estadunidenses intervengan en su combate. La posición, evidentemente electorera, requeriría para avanzar condiciones políticas prácticamente imposibles en este momento, con un gobierno demócrata como el de Joe Biden que además tiene la mayoría en el Senado.
La respuesta de Biden
La postura del gobierno estadounidense a las demandas relacionadas con el problema de la seguridad es el trabajo conjunto con apego a la legalidad y así la mantuvo fuerte y claramente después del secuestro de cuatro estadounidenses y la ejecución de dos de ellos en Matamoros.
El actual procurador Merrick Garland, aseguró que serán implacables en buscar justicia y John Kirby, Vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca dijo: “Vamos a trabajar de cerca con el Gobierno de México para que se haga justicia en este caso”.
Ken Salazar
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, luego de una reunión urgente con AMLO en Palacio Nacional mencionó que: “Este ataque contra nuestros ciudadanos demuestra la imperante necesidad de actuar contra los cárteles”.
William Burns, director de la CIA al comparecer frente al Senado de su país sostuvo: “La inteligencia recopilada por la CIA en el extranjero ha contribuido tanto a los éxitos recientes que nuestros socios mexicanos han tenido contra el Cártel de Sinaloa, como también a los recientes éxitos contra los equipos de producción de fentanilo”.
La vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre respondió a los Republicanos: “Designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales sería inútil, pues dicha designación no agregaría nuevas facultades para combatirlos”.
AMLO los ignora
Lamentablemente, AMLO nunca se refirió a lo esencial, el trabajo conjunto entre ambos gobiernos. Prefirió tomar el camino de la politiquería y polemizar con los republicanos con fines electoreros.
Se envolvió en la bandera asegurando que defendería la soberanía nacional, la cual, hay que decirlo con claridad, no está amenazada por los gringos y aseguró que vería que “ningún mexicano” radicado en Estados Unidos votara por un republicano.
Cara a cara
Sin embargo, en la reunión con los legisladores estadounidenses, AMLO estuvo muy “sedita” sin envalentonarse ni insultar como lo hace desde su púlpito del Salón Tesorería. Cara a cara con los gringos indicó que México seguirá trabajando de manera conjunta a partir del reconocimiento de la responsabilidad compartida y el respeto a la soberanía de cada país, es decir, la misma posición de Biden y su equipo.
Pero entonces ¿qué sucede y por qué se está llegando a una situación tan poco favorable para las dos naciones? La respuesta está en la alianza de Trump y AMLO.
Cuando Donald Trump llegó a la Casa Blanca, con su estilo populista, mesiánico y chovinista al puro estilo hitleriano, lo hizo apoyado por los ultra conservadores estadounidenses y la supremacía blanca, desde entonces comenzó una ofensiva contra el gobierno de México, el de Peña Nieto y contra los mexicanos a quienes no nos baja de criminales y de clase inferior.
Por su necesidad de imponer gobiernos similares al de él, Trump impulsó gobiernos populistas en Argentina con la dinastía Kirchner-Fernández, en Brasil con Jair Bolsonaro, en Turquía con Recep Tayyip Erdogan, en Bulgaria con Boiko Borisov y en México con AMLO, además de su alianza con el presidente Ruso Vladimir Putin.
El cambio fue drástico
Con la llegada del demócrata Joe Biden a la presidencia estadounidense, la luna de miel con Estados Unidos cambió. AMLO acusó a Biden de apoyar a sus opositores para “derrocarlo”, y cada que puede ejerce presión a las políticas energéticas contrarias a los intereses de las empresas petroleras aliadas a Trump. Pero el tema central donde AMLO se ha mantenido vacilante y poco serio es el del combate a los carteles de la droga.
La administración Biden desde un principio estableció la posición que mantiene hasta la fecha y Andrés parece jugar con ellos.
¿Será que AMLO por fin decida trabajar de manera conjunta con la administración Biden en favor de México? O después de que se vaya Kerry, como siempre, volverá a romper compromisos e incluso salga a la defensa de su amigo Trump quien con la supuesta orden de aprehensión en su contra está intentando hacer arder su país.
Twitter: @diaz_manuel