Joe Biden ha anunciado que no se postulará para la reelección, declarando: “Creo que es en el mejor interés de mi partido y del país que me retire”. Este anuncio ha generado una gran especulación sobre quién tomará su lugar en la contienda electoral contra Donald Trump.

Figuras prominentes del Partido Demócrata, como Barack Obama y Nancy Pelosi habían instado a Biden a renunciar a su campaña para la reelección, argumentando que un candidato más joven sería más adecuado después de una serie de errores embarazosos y un bajo rendimiento en el reciente debate.

Antes de esta decisión, una encuesta de The Telegraph reveló que el 88 % de más de 90,000 votantes creían que Biden debía hacerse a un lado. Las especulaciones aumentaron cuando una encuesta de Reuters e Ipsos mostró que Michelle Obama vencería a Trump por 10 puntos, superando a cualquier otro candidato potencial.

Biden, de 81 años, ofreció su “apoyo y respaldo total” a su vicepresidenta, Kamala Harris, como la nueva candidata demócrata. Aunque Michelle Obama cuenta con un apoyo significativo, los fondos del partido están condicionados a la campaña presidencial de Biden o de su vicepresidente. Si se confirma a un candidato diferente, los 100 millones de dólares recaudados deben ser devueltos, a menos que los donantes permitan su transferencia al nuevo candidato.

Kamala Harris es vista como la principal contendiente, según las encuestas posteriores al primer debate, en el que Biden tuvo un desempeño bajo. Harris tiene una trayectoria sólida como fiscal local, fiscal general de California, senadora de EU, y compañera de fórmula de Biden en 2020. Además, hereda la infraestructura y los fondos de la campaña de Biden, lo que sería útil si decide postularse para presidente. Sin embargo, sus índices de aprobación podrían ser un obstáculo, ya que una encuesta reciente le dio una calificación favorable del 29 % y un 49 % de opiniones desfavorables.

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En cuanto a Michelle Obama, es conocida y popular desde su época como primera dama, y muchos demócratas desearían verla como la candidata del partido. Su posible candidatura ha sido objeto de especulación, especialmente entre los partidarios de Trump, quienes creen que podría disminuir la viabilidad política de Biden y fortalecer la base republicana.

La película de Barbie ha puesto en el centro del debate temas feministas, presentando un mundo donde las mujeres tienen poder absoluto y pueden aspirar a cualquier carrera, incluyendo la presidencia. Esta representación de un “paraíso femenino” contrasta con la realidad y subraya la importancia de la igualdad de género.

Mientras Latinoamérica nombra mujeres a altos cargos, como Xiomara Castro en Honduras, y ha tenido numerosas candidatas a la presidencia este año, México se prepara para tener su primera presidenta. Kamala Harris y Michelle Obama representan la posibilidad de que América del Norte también vea a una mujer en la presidencia. Este avance refleja un cambio significativo hacia la equidad de género en la política mundial.

La candidatura de una mujer demócrata también podría beneficiar a Claudia Sheinbaum en México. Con Donald Trump en la Casa Blanca, las relaciones entre México y Estados Unidos podrían ser tensas, dado el historial de políticas y retórica antiinmigrante de Trump. En cambio, una presidenta demócrata en Estados Unidos, ya sea Kamala Harris o Michelle Obama, podría fomentar una relación más colaborativa y respetuosa entre ambos países. Esto permitiría a Sheinbaum concentrarse en sus políticas internas y reforzar la cooperación en áreas como el comercio, la migración y el cambio climático, creando un ambiente más propicio para avanzar en su agenda progresista.