Con un centímetro basta para librar el pellejo. Por eso el Partido Sinaloense trae una intensa campaña con los candidatos emanados de sus siglas para que la gente vote puro PAS en los casos que se pueda. Porque corren serio riesgo de perder el registro, así lo señala la gente.

Los cariños comprados son falsos y en el PAS están por pagar las consecuencias de amedrentar y obligar a los universitarios a comulgar con el proyecto de los Cuén, Madueña, Corrales y compañía.

Esa operación tiene incómodos a los aliados del PRI, PAN y PRD que confiaron y compraron muy cara la estructura del PAS/UAS y que ahora en la recta final de las campañas ha comenzado un sálvese quien pueda.

El pleito por la supervivencia en el registro estatal y por las pluris en el H. Congreso ya comenzó. En la medida de sus capacidades los partidos ya comenzaron el llamado al voto únicamente por las siglas que le conviene a cada uno de ellos y ello ha generado malestar entre candidatos y dirigencias.

El PRI y el PAN en Sinaloa se ven cada vez más alejados del líder pasista. Al inicio el idilio era miel sobre hojuelas; hoy, se les ve juntos poco y nada.

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El PAS, se ha vuelto un aliado más que incómodo. Lo más grave ha sido cómo embarraron a los partidos aliados con la desaparición y aparición jamás aclarada del par de militantes del Partido Sinaloense. Líderes y cuadros del PRI y del PAN quedaron retratados apoyando lo que a todas luces ha resultado en un verdadero bochorno para todos.

Manuel Guerrero, dirigente de Morena en el estado le puso nombre y apellido al caso, al que se refirió como montaje y auto secuestro. Mentir y calumniar son prácticas del PAS; el militante Luis García, incondicional de Héctor Melesio Cuén y candidato a regidor por el partido Sinaloense, ha sido arrojado debajo del “tren” y ahora resulta que se deslindan de él.

La Fiscalía ya investiga el montaje de auto secuestro y los resultados podrían traer consecuencias demoledoras para Cuén, su grupo y aliados, por eso el desmarque. Les ha salido pésima la jugada.

La cabeza en el surco

Por su parte, los candidatos al Senado de Morena Imelda Castro y Enrique Inzunza han decidido desde el primer día poner manos a la obra, bien metidos en el surco sin distraerse hasta llegar al bordo, como dicen en el rancho.

Procuran no responder a ataques estériles ni entrar en polémicas. Saben de la ventaja que el pueblo les otorga en las encuestas y en ello fincan el tramo final de su campaña. Sostienen que el triunfo del 2 de junio será inminente, con un resultado de 3 a 1.

Analistas políticos han considerado un acierto no acudir al debate -que no es debate- que organiza el Consejo del INE en la entidad. Al contrario, les reditúa más continuar yendo al encuentro con la gente.

Vanessa Félix en X: @vanessafelixmx