En nuestro país la prioridad es mantener la soberanía de los cielos. Por eso cuando en la reforma a la Ley de Aviación se propuso abrir el tema del cabotaje, todo mundo puso el grito en el cielo. Se discutió largo y tendido entre columnas de opinión, entrevistas, mesas y foros en los recintos legislativos con la importante participación de trabajadores y expertos en la industria aérea.
Todo con la finalidad de impedir la apertura de los cielos. Porque si se le permitiese al gobierno abrir los cielos, significaría el fin de la aviación comercial nacional, porque simple y llanamente no podríamos competir con las aerolíneas extranjeras.
Si juntamos el total de la flota aérea del país, entre todas las aerolíneas comerciales apenas tenemos 387 aviones, de acuerdo con las cifras de diciembre del 2023, publicadas por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC). En cambio, nada más American Airlines cuenta con una flota de 957 aviones… Y estamos hablando de una sola aerolínea extranjera.
Por eso nos llama mucho la atención lo que está pasando en el cono sur. Era predecible que con la llegada del “libertario” Javier Milei a la presidencia de Argentina las cosas en materia aeronáutica se iban a poner “color de hormiga”, y tal cual.
En lugar de proteger su espacio aéreo, Argentina ha optado por irlo abriendo. Para que sea aún más claro, la intención es firmar con distintos países como Chile, Perú, Ecuador, Brasil y Uruguay, memorandos de “liberación de vuelos”, así es como le llaman a la política de abrir los cielos que impulsa con muchos bríos Javier Gerardo Milei.
Persona que de manera errada tiene la creencia que debe aligerar -al costo que sea- la carga burocrática del Estado, sin entender de fondo cuál es la función de un Estado, alejándose de todo lo que huela a bienestar social; ya ven que eso es “comunismo”, en su limitado entendimiento.
Una disculpa a mis hermanos argentinos, pero es que no puedo con un sujeto que es un fantoche, ni siquiera podría llamarle político, sin embargo no tengo absolutamente nada en contra del pueblo argentino, eso que quede muy claro.
La “política aeronáutica” de este personaje, que hoy que tiene las riendas del país austral, es la de ir abriendo paulatinamente los cielos argentinos y en ese sentido, privatizar a Aerolíneas Argentinas.
Es decir, están dejando en manos de otros la conectividad de su país; tal y como ya ha pasado en países que se comieron completitas las doctrinas de Milton Friedman, rabioso neoliberal que dejó patentes estragos a su paso en muchos países que le creyeron su doctrina a pie juntillas. Hoy la Argentina vira de nueva cuenta a ese neoliberalismo rapaz, donde el ser humano es lo que menos importa.
Y lo escalofriante es que el gobierno de Argentina tiene pensado continuar abriendo más sus cielos con naciones como Bolivia, pero también en otros continentes, como el caso de Alemania, Suiza, Singapur, y bueno, hasta antes de la derrota de Xóchitl Gálvez en las elecciones del 2 de junio, Argentina tenía contemplado a México para esta indiscriminada apertura de cielos.
Creo que ya no podrá ser así, pues su “aliada” no ganó. Y la verdad eso a mí en lo personal me da paz. Pero ¿qué dicen los medios especializados en aviación allá en Argentina? Según el medio Aviación News, el periodista especializado y colaborador de dicho medio Alejo Marcigliano describe cuál es la política sobre cielos abiertos de Milei.
Sobre la pregunta específica: ¿qué son para Javier Milei los cielos abiertos?, el periodista responde:
“Es una modalidad de acuerdo bilateral que, en general, quita restricciones de todo tipo. Históricamente los acuerdos bilaterales o acuerdos de servicios aéreos entre países determinaban cómo iba a ser, a futuro, la relación entre esos dos países.
En el formato convencional se designaba a los operadores (las aerolíneas), se establecían las rutas (específicamente de donde a dónde se autorizaba a volar), con qué frecuencias, y con cuántas libertades. Los acuerdos de cielos abiertos eliminan esas restricciones y las dejan libradas como decisiones autónomas de las aerolíneas”.
Vuelvo al punto e insisto, es dejar tu obligación de proveer transporte aéreo en tu país, dejando que sean otros países los que se encarguen de conectar a lo interno y externo.
Y les comentaba, ya ha pasado en países donde se abren indiscriminadamente los cielos, y las aerolíneas extranjeras terminan sepultado a la aviación de ese país, para después solamente volar en la rutas más les generan ganancias, dejando un montón de puntos aislados porque no hay ninguna obligación de su parte en conectarlos.
En el caso de México, que de verdad es muy reciente la discusión que se dio sobre el cabotaje, la Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo (ALTA) manifestó lo siguiente:
“Habilitar el cabotaje permitiría a las aerolíneas de otros países capturar cuotas de mercado doméstico sin invertir en el país, en su conectividad y en generar empleos; al tiempo que restaría incentivos para invertir en aerolíneas nacionales, en desarrollar la conectividad nacional, incluso en rutas menos atractivas, afectando al final los precios de los vuelos y perjudicando el empleo y el crecimiento.
Las aerolíneas extranjeras se enfocan primordialmente en las rutas principales y rentables con precios marginales vagos, desplazando a operadores locales que generan inversión y empleos en el país, incluso en lugares remotos y destinos cuyas rutas no son tan rentables y esto, a la larga, reduce la conectividad del país y las opciones para los ciudadanos”.
Estas son las palabras de José Ricardo Botelho, director general y CEO de ALTA. Dejar que la aviación extranjera deprede el mercado nacional, perjudica a los trabajadores del país pero también a los usuarios del transporte aéreo, por eso la gran mayoría de los países se niegan a entregar su soberanía aérea.
Por esta razón es que la gran mayoría de los países alrededor del globo terráqueo subsidian su aviación, lo hacen los gringos por supuesto, los europeos, los árabes, los asiáticos y por supuesto es el caso de nuestro país.
En Argentina el caso va de la mano con la privatización de Aerolíneas Argentinas, ya que se pretende que líneas aéreas como Flybondi o JetSmart se queden con el negocio, y poco a poco -gracias a lo que informan los trabajadores de Aerolíneas Argentinas- la inestabilidad con la que estas líneas operan aumenta, pues pueden dejar de volar de un día para otro, si así lo deciden.
Así fue a inicios de año, Flybondi, que es de bajo costo, dejó varados a miles de pasajeros. ¿Qué aerolínea salió al rescate de los pasajeros? Es correcto, Aerolíneas Argentinas, esa que le urge a Javier Milei privatizarla.
Pero parece ser que todavía hay voces sensatas en la pampa argentina, y este próximo miércoles el gobierno repensará si continúan con su idea de privatizar Aerolíneas Argentinas o mantenerla como hasta ahora, una aerolínea del Estado.
Y es que su privatización está dentro de un paquete, junto con otras empresas, y lo que busca el gobierno de Milei es que se lo aprueben en las cámaras, por lo que están considerando “sacar” de esa bolsa a Aerolíneas Argentinas para poder tener éxito en la privatización de las otras empresas estatales.
Medios argentinos como Infobae informan: “El artículo 7 del dictamen de mayoría establece la declaración de empresas y sociedades sujetas a privatización, y en el anexo I se encuentran mencionadas Aerolíneas Argentinas S.A, Energía Argentina S.A, Radio y Televisión Argentina S.E., e Intercargo SAU.
Sin embargo, para la “privatización/concesión” se encuentran otras empresas como Agua y Saneamientos Argentinos S.A., Correo Oficial de la República Argentina S.A., Belgrano Cargas y Logística S.A., Sociedad Operadora Ferroviaria S.E. (SOFSE), y Corredores Viales S. A. El gobierno comenzó a analizar la posibilidad de sacar a dicha empresa del artículo relacionado, con el objetivo de aprobarlo y no depender de Diputados”
Desde este espacio va un abrazo solidario a Edgardo Llano, secretario general adjunto de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), presidente del sector aeronáutico de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF por sus siglas en inglés). Mi más grande reconocimiento por su incansable lucha a favor de la aviación.
Así como a todos los trabajadores que defienden la aviación de su país, una tarea nada fácil; desde México les abrazo con una enorme solidaridad porque nosotros sabemos muy bien lo que es que dilapiden un bien de la nación en aras del capital más rapaz y sin consciencia social alguna.
Esperemos que salga avante esta batalla, y detenga la privatización de Aerolíneas Argentinas; tengo plena confianza en que lo puedan lograr.