Quien crea que la industria aérea te permite tener enormes ganancias, está totalmente equivocado. Y estoy convencida que una buena parte de la narrativa negativa que existe en torno a la nueva Mexicana de Aviación tiene precisamente la misión de ser una marejada de notas negativas, para desincentivar el uso de esta nueva empresa.

La finalidad de esta campaña negra es que la gente no vea a la nueva Mexicana como una opción para viajar, y eso se logra con los medios de comunicación en andanada, diciendo que todo es malo, negativo e incluso dejando entrever que puede llegar a ser hasta “peligroso” volar con la Aerolínea del Estado Mexicano.

Hay mucha gente, sobre todo dentro de la política, que son los más interesados en que fracase el proyecto del gobierno, porque no les interesa el bienestar de la nación.

Ahora que tuve la oportunidad de estar presente en el Global Media Day de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés), se abordó el tema de que la importancia de la aviación radica en el impacto que tiene en los países, tanto de manera directa como indirecta. Sobre todo en la creación de empleos directos e indirectos, y se señaló puntualmente que la región de Latinoamérica es una de las que menos genera empleos.

¿Qué creen que hace Mexicana de Aviación? Crear empleos tanto directos como indirectos, que permiten que la economía circule, sobre todo después de la pandemia, etapa que para la aviación fue mortal.

La región que más ha crecido -y no creo que sea una sorpresa- es la región de Asia y el Medio Oriente, donde la aviación es completamente subsidiada por sus gobiernos, como el caso de Emirates Airlines o el de Qatar Airways. Otro ejemplo es la aerolínea del Estado Singapore Airlines, que tiene la calificación de cinco estrellas de Skytrax, empresa creada en Reino Unido, y que se dedica a comparar las aerolíneas y aeropuertos a nivel mundial.

Por eso no resulta extraño que los países asiáticos o del Medio Oriente apuesten todo por su aviación; de hecho, en cuanto a servicio son reconocidas por su excelencia.

A pesar de la gran resiliencia de la aviación, debo hacer una fuerte declaración: esta no es negocio. Por lo menos no como mucha gente cree, que tienen la idea de que las ganancias que puede tener una línea aérea son astronómicas… Y no, nada más falso.

Aterricemos números, para que sea un punto de vista objetivo: a nivel mundial las ganancias que tuvieron las líneas aéreas fue del 3.6% y se estima que si se sigue apoyando a la industria aeronáutica, a nivel mundial este margen de ganancias podría llegar al 6%.

Y es que las aerolíneas siempre juegan en el filo de la navaja; es todo un arte la administración de estas, y es requerido tener dotes de equilibrista profesional, porque a la aviación todo le afecta.

El clima, frío, calor, lluvias, neblinas, nevadas, son fenómenos naturales que derivan en pérdidas para las aerolíneas; el cierre de espacios aéreos por conflictos bélicos, la subida e incluso la bajada del costo del combustible, sin dejar de mencionar el oneroso trabajo que ya están haciendo para llegar al año 2050 con cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), son otros factores que de igual manera influyen.

Pero no para ahí la cosa, además están los retrasos de las armadoras en la entrega de aviones, pues los equipos (aviones) no son eternos. Aprovecho para informarles que a nivel global, la media de edad de las flotas aéreas es de 14 años, y su mantenimiento también acarrea grandes costos.

Diré que, a muy grandes rasgos, dentro de la operación de una línea aérea lo que más “pega” es el combustible, cerca del 40%, a lo que hay que sumar los pagos por servicios aeroportuarios, de tráfico aéreo e impuestos.

Así como las actualizaciones constantes que hay que pagar de programas informáticos con los que se hacen las reservaciones y las ventas de boletos, así como los programas que se usan en los aeropuertos para documentar pasajeros, que se hace en equipos de cómputo que deben estar siendo renovados periódicamente.

La migración del papel a la vía electrónica es una realidad inaplazable, pero tiene su costo para las aerolíneas, además, se deben pagar los adiestramientos de sus trabajadores, tanto de tierra como de aire, y tener los seguros vigentes, lo mismo con los pagos que se hacen a los arrendadores por los aviones, y así puedo seguir, poniendo ejemplos.

Si las aerolíneas tienen algo de ganancias en diciembre es porque de verdad ese año no tuvieron “muchas turbulencias” por el camino; pues en realidad se la viven buscando la manera de no terminar quebrados, porque la administración de la aviación es sumamente frágil.

Sin embargo, los que administran las aerolíneas a nivel global, a pesar de saber que el margen de ganancias es muy poco, son conscientes de la importancia que tiene la aviación, y es por eso que siguen adelante. Por eso a nivel mundial la aviación se subsidia de distintas maneras, ya sea con apoyos directos o indirectos, porque sin duda hay muchísimas formas de hacerlo.

Tenemos el ejemplo de Ryanair, la aerolínea irlandesa de bajo costo que pacta con los aeropuertos de ciertos destinos a lo largo y ancho de todo el mundo. Ellos mueven pasajeros y los gobiernos subsidian a la aerolínea. Cada empresa encuentra la manera de negociar.

Es muy importante no perder de vista lo siguiente: en nuestro país, es obligación el gobierno proveer de transporte aéreo; esa es la razón por la cual en México no cualquiera pueda sacar una empresa de aviación comercial; para eso debes contar con una concesión que el Estado otorga a un particular para su operación.

En el caso de la nueva Mexicana, es una línea aérea que cubre destinos que otras líneas comerciales del país no lo hacen, como el caso de Ixtepec, Ciudad Victoria, Chetumal, Palenque, Uruapan; lo he comentado en varios espacios, no es únicamente el transporte de pasajeros, sino también la carga.

Gracias a este tipo de aviación es que a esas poblaciones llegan insumos médicos y alimentos, entre otras cosas que son necesarias para la población, y a pesar de ser rutas no tan rentables o atractivas, se hace por la obligación que tiene el Estado de tener conectividad dentro del país, aunque no sea negocio.

En resumen: la aviación es muchas cosas, pero está lejos de ser un negocio sencillo y totalmente lucrativo, sin riesgos y sin pérdidas. Y se equivoca quien piensa que no hay obligaciones y responsabilidades, y que todo se concreta a estar administrando la abundancia.

La narrativa mediática poco se detiene en esto, y publica cifras y porcentajes parciales, sin dar mayor contexto, como si la única misión de la Aerolínea del Estado Mexicano fuera “ganar dinero”.