Hoy concluyo mi análisis propositivo sobre la contienda actual por el poder en el Estado de México. Lo hago consciente que desde el poder, desde los grupos de poder, los estados mayores de las campañas, las cúpulas del poder federal o estatal y regional, no se enteran porque no les importa leer columnas como ésta, incluso, puede no importarles lo que opinen y propongan los académicos, los analistas estudiosos de la realidad nacional, de las problemáticas específicas de ella. Porque predomina el poder de las burocracias cerradas, herméticas, autoritarias, aún entre los contingentes cuyo discurso es buscar el cambio socio-político. Son burocracias cuyo principal objetivo es administrar el apoyo social.
La cultura autoritaria de lejanía del poder de los ámbitos pensantes (porque además pueden ser críticos y eso no les gusta) que ignora a los que piensan y proponen es muy arraigada en todas las fuerzas políticas en México. Predominan las elites y las burocracias administrativas obedientes y recelosas de todos y de todo, menos de los más cercanos, aunque estén sin actualización ni iniciativa. En fin, así estamos.
En las dos entregas anteriores hemos planteado a partir de los factores de la realidad socio-económica y política del Estado de México, y de algunas de sus problemáticas más álgidas, la necesidad de transcender las limitaciones propositivas y escasas de las dos candidatas al gobierno del estado, provenientes de la gestión social pública, la necesidad de un Estado de México del Bienestar, Sí como afirman desde la candidatura de la maestra Delfina Gómez, pero con una concepción integral del Bienestar, que conlleva entender las problemáticas distintas de tipo social de los mexiquenses, lo cual trasciende la gestión de los programas sociales federales y estatales (“Salario Rosa” y algún otro), para ser articulados con el tema de seguridad entendida como Seguridad y Protección Ciudadana (no Seguridad Pública) con la política anti-crimen, la justicia social y la justicia penal a partir de los cambios estatales posibles en el sistema de justicia, los programas de salud, transporte y educación, innovadores y la gestión recta auditable de los recursos públicos del estado que más presupuesto tiene en la república, las políticas de fomento activo del desarrollo económico mediante grandes acuerdos con la inversión privada, nacional y transnacional y el combate frontal a la corrupción con políticas estructurales no con casos de impacto, marcos jurídicos propiciatorios.
A todo ello hemos llamado una Revolución del Bienestar. No funcionaran las políticas aisladas, no se engañen, a pesar de que el gobierno actual del presidente AMLO ofrece ya un “piso de apoyo”. La concepción que ofrecemos iría más lejos, aprovechando la experiencia que hoy se tiene y no se tenía al inicio del gobierno actual, y una vez pasada la terrible pandemia global. Ello ayudará mucho. En otro momento fueron obstructores muy importantes de los planes y programas.
El principio de la teoría económica es la escasez de recursos frente a necesidades siempre crecientes. La Ley de Egresos del Estado de México para el año fiscal 2023 fue de $356,000 millones de pesos. Además, entre el Estado de México, Jalisco y la Ciudad de México absorbieron este mismo 2023 el 31% del total de los recursos de las llamadas “participaciones federales”, destinadas a las 32 entidades, es decir, $264,640 millones de pesos. El Estado de México, que es el más poblado del país, contará con recursos por participaciones durante el año por $126,606 millones de pesos (14.22%); la Ciudad de México, que concentra la mayor parte de las empresas grandes y transnacionales recibirá de la Federación $87,985 millones (9.88%), y Jalisco, 60,049 millones (6.74% de todas las participaciones).
Así, el Estado de México recibirá este año $38,621 millones de pesos más que la Ciudad de México y un poco más del doble que Jalisco. Un dineral para decirlo coloquialmente. Debemos pensar ya, qué se va a hacer alternativamente con todo ese dinero respecto a lo hecho por los gobiernos del PRI. Combate frontal a la corrupción con las finanzas públicas. Reforzar las atribuciones jurídicas penales de órganos fiscalizadores y sancionadores. En suma el Estado de México recibirá este 2023 una suma total de unos $483,000 millones de pesos. Mucho se puede hacer.
Pero es posible incrementar tales ingresos con fuentes propias si se desarrollan un conjunto de actividades económicas que impacten la estructura tributaria, los ingresos públicos. Se requiere urgentemente, reducir la incidencia delictiva, abatir la informalidad económica con un gran programa de regularización e incentivos fiscales (hoy no aportan nada) a los procesos productivos, elevar la oferta de empleo formal apoyando la manufactura intensiva en mano de obra, promoviendo la economía social y solidaria que incluso en los países más desarrollados de Europa Occidental tiene un lugar importante.
Esa tricotomía entre empleo público, programas sociales y empleo privado es absolutamente falsa. Hay que ir a la economía social y solidaria, para que la masa de desempleados se auto organicen bajo otras formas económicas no convencionales y la conducción del gobierno. La Economía del Bienestar hemos reafirmado demanda acuerdos de amplitud y profundidad con el gran capital privado que incorpore cadenas de suministro con empresas medianas y pequeñas con todo tipo de garantías jurídicas y fiscales.
Desarrollar una política específica para los cientos de miles de adultos mayores que envejecen aceleradamente y sin ingresos. Es difícil darles cobertura de pensión a todos. Es necesario innovar. Muchos están aún en edad productiva. Una política de promoción de empleo para ellos es lo adecuado. Acuerdos con el sector privado, con las instituciones castrenses abocadas a grandes proyectos cuya apertura les favorezca y brindarles la opción de la economía social y solidaria con apoyo oficial.
La seguridad, la política criminal y la justicia expedita y efectiva es una asignatura muy compleja. Requerimos una política de ataque a la inseguridad diferenciada en las 12 regiones del Estado de México que comprenden los 125 municipios. Inteligencia y más inteligencia especializada y con cuadros plenamente confiables. Innovar los mecanismos de ingreso, promoción y permanencia. Los Exámenes de Control de Confianza (ECC) después de todo lo hecho por “los siete jinetes del apocalipsis” al frente de los cuales estaba García Luna y todo el equipo del que se rodearon en la AFI, la Policía Preventiva, la Policía Federal y la Secretaría de Seguridad Pública, el CISEN., fueron organismos en donde toda esa pandilla aprobaron todos los ECC, no podemos seguir con esa simulación a-científica. No es confiable ni útil. No garantizan nada. Inteligencia y más inteligencia especializada y confiable apegada a la Constitución puede ser un factor de gran apoyo.
El Estado de México es el estado No. 7 entre los más pobres de México, es decir, hay 6 estados de la república con más pobres que el Estado de México, pero también hay 24 con menos pobres que el Estado de México. En éste último radica una de las familias más ricas de México, está en el lugar No. 17, la familia Hank Rhon con una fortuna de $2,600 millones de dólares americanos. Es decir, unos 50,000 millones de pesos. El finado profesor Carlos Hank González prominente miembro del grupo Atlacomulco, fue diputado, presidente municipal de Toluca, gobernador del Estado de México, Jefe del Departamento del Distrito Federal, Secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos y Secretario de Turismo. Nada más. También autor de la frase famosa en la política mexicana: “Un político pobre es un pobre político”. La consumó con creces.
Hay una función poco conocida del “profesor Hank González”: fue integrante del “Círculo Negro” (solo cinco personas) un grupo secreto detrás del poder dentro del gobierno del PRI, junto con Fidel Velázquez y el Capitán Fernando Gutiérrez Barrios, según una hipótesis de mis investigaciones, surgida a raíz de la lectura del libro de Antonio Velasco Piña “El Círculo Negro”, grupo detrás del prolongado dominio del PRI en la segunda posguerra. Su encargo era “cuidar el sistema político más perfecto creado en América Latina”, plasmado en un documento llamado “La Real Constitución Política del Estado Mexicano” o “Constitución de la Monarquía Mexicana”, una estructura absolutista del poder en México, que suscribía cada candidato a la presidencia que ellos aprobaban. Les daba la posibilidad de “tomar la vida de un candidato o presidente” si faltaba a la misma. El “Circulo Negro” murió con la alternancia del PAN, además habían muerto casi todos sus integrantes.
En fin… estos brutales contrastes son los que una Revolución del Bienestar de mediano y largo plazo en el Estado de México debe abatir. Si los dirigentes actuales en campaña por la maestra Delfina Gómez la entienden como tal.
¡Suerte maestra!