Sonora Power
Sonora se colocó ya en el epicentro de una auténtica batalla política por las posiciones electorales en disputa el 2 de junio, pues como se ha reseñado aquí, la lucha por el poder legislativo y por tanto el famoso “Plan C”, pasa por las definiciones en la entidad.
La presencia de actores como Manlio Fabio Beltrones y Lilly Téllez trastoca todo el escenario, y esto pinta para convertirse en una lucha sin cuartel, donde los convocados ya velan armas y comienzan a hacer su estrategia.
El sábado 27 de enero se vio una primera andanada con la publicación que hizo a 8 columnas el periódico El Universal, que con el titulo: “Sonora bajo narcoguerra en el desierto y omisión de Durazo”, pone en blanco y negro la principal estrategia de la oposición para tratar de catapultarse y acaso tener la posibilidad de ser competitivos.
El artículo que se publica sin firma y con despliegue de una página en interiores, además del llamado desde la primera plana, es una pieza de manipuleo y desinformación, que parte de verdades a medias y mentiras completas para descalificar al presidente del Consejo Político Nacional de Morena, tratando de hacer ver al gobernador Durazo como un gobernante ausente y omiso.
De tal modo, que le echan en cara al gobernador una supuesta situación de parálisis y crisis por la violencia, mientras el participa en los distintos actos políticos de su partido, donde se busca asegurar la sucesión presidencial y la mayoría legislativa en San Lázaro y el Senado, además de cuestionar sus viajes promocionales que realiza para posicionar e impulsar el llamado “Plan Sonora” y la captación de inversiones para aprovechar la ventana del nearshoring.
Es interesante como esa pieza de manipulación informativa, busca sembrar la idea de una situación generalizada de violencia dando incluso datos que son correctos, pues se presenta la cifra de 1 mil 403 homicidios que se registraron en el año 2023, pero sin mencionar que en el año 2022 fueron 1 mil 744 los asesinatos, es decir un 24% menos, y como de manera paulatina se tiene una incidencia a la baja.
De hecho Sonora salió entre los 6 estados más violentos de México durante el año pasado, y hoy se presenta en el lugar 9 en esa estadística, lo que significa que poco a poco se saca a la entidad de esa situación de emergencia en que se encontraba al cierre de la administración de Claudia Pavlovich.
Menciona también un episodio ocurrido apenas el 20 de enero, donde sicarios del narco se enfrentaron con fuerzas de seguridad de Sonora, con saldo de 12 criminales muertos y 2 heridos entre las fuerzas policiales, sin embargo, solo menciona un enfrentamiento en la carretera Hermosillo-Bahía de Kino que dejó el mencionado saldo mortal, sin precisar de que bando fueron los muertos o las razones de este caso.
Ahora es importante apuntar que Sonora por su ubicación geográfica es punto natural para el trasiego de droga y tráfico de personas que aspiran a cruzar a los Estados Unidos, como también es utilizado como punto de cruce desde ese país al nuestro, para armas y dinero en efectivo que proviene de actividades ilícitas.
Es decir, la presencia del crimen organizado y de los diversos grupos criminales es un hecho, y de cuando en cuando trae cruentas luchas por el control de tal o cual plaza, siendo en estos momentos Ciudad Obregón en el municipio de Cajeme el mayor foco rojo de violencia con cerca del 30% de los casos, así como San Luis Río Colorado.
Ambas ciudades tienen sus características propias, en Obregón la pelea es por el mercado local de consumo de drogas sintéticas y es una lucha cruenta entre bandas dedicadas al narcomenudeo; el caso de San Luis es distinto, pues al ser la frontera más porosa entre México y los Estados Unidos, ese punto de cruce en pleno desierto es ambicionado y buscado por todos, lo que genera ahí un foco de violencia.
Esto no es novedad y desde los años 80 del siglo pasado, ha traído confrontaciones y algunas matanzas, que hoy quienes señalan la situación de violencia en Sonora, prefieren olvidar, sin embargo durante pasadas administraciones como la de Manlio Fabio Beltrones, o la de Eduardo Bours es cuando se dio este crecimiento de la presencia de organizaciones criminales y ahora son ellos quienes escandalizados señalan y pretenden usar ese caldo de cultivo, para culpar al gobierno morenista.
Sonora es como se sabe el segundo estado más extenso del país, sin embargo, para atender la seguridad en tan enorme territorio, a la llegada del gobierno de Alfonso Durazo había solo 840 elementos de la Policía Estatal; hoy cubren al estado más de 2 mil estatales, además de que hay un despliegue de la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina con otros 7 mil elementos, lo que hace más viable controlar la seguridad y las situaciones del violencia que eventualmente se presentan.
Hay una guerra sucia que busca señalar al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y ya de pasada al de Alfonso Durazo por su presunta inoperancia en materia de seguridad.
Justo ayer lunes 29 de enero se reeditó este happening político-periodístico que Jorge Ramos busca cada cierto tiempo, echando en cara al presidente las cifras de personas asesinadas, tratando de colocar en la agenda la percepción de que en México campean la violencia y la impunidad, sin observar las causas y sin ser analíticos respecto al entorno que propició esa situación que hoy padecemos.
Vienen —claro está— tiempos álgidos, en donde el periodismo sensacionalista y amarillo, buscará tomar un rol protagónico, culpando y señalando a quienes hoy por hoy ostentan el poder, a fin de generar la percepción de que los anteriores gobernantes, los políticos de antaño, lo que quieren volver al poder, eran mejores estrategas y mejores controlando a las bandas criminales y sus efectos sobre la sociedad.
Sin embargo por los antecedentes directos, habrá que concluir que hoy existe una mejor estrategia de seguridad, que busca atender las causas del problema y no simplemente enfrentar fuego con fuego.
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