Aquella fabulosa trilogía hollywoodense de 1966, del género “Spaghetti Western”, denominada para el mercado nacional mexicano “El bueno, el malo y el feo” y que constituye un intríngulis en que tres vaqueros protagonistas se odian, no se soportan, pese a que los tres son hombres violentos con antecedentes penales… y que saben que se necesitan entre sí para lograr su cometido: encontrar la caja enterrada con 200 mil dólares desde la Guerra Civil, para dejar la hambruna circunstancial de todo aventurero que no está acostumbrado a trabajar honrada y subordinadamente; nos transporta automáticamente a la realidad del presente en el plano de las relaciones bilaterales México y Estados Unidos, pues la historia constituye un símil muy plástico de la estrategia errática de comunicación social en que han incurrido los tres personajes involucrados en esta crisis del fentanilo: los dos presidentes, tanto de los Estados Unidos de América, como de México… y el ‘capi di capos’ de todos los tiempos de ese negocio fundado y alentado por políticos de los dos países y que se llama narcotráfico: Ismael El Mayo Zambada García, alias “El amigo del sombrero”; (a) “El hombre del cerro”; (a) “El quinto mes del año”…entre otros apelativos.
Tanto los mandatarios como el delincuente involucrado fingen demencia en sus pretensiones de comunicación… aunque -viéndola bien- es El Mayo Zambada, por su condición de emplazado a la declaración inminente de ‘cadena perpetua’ o ‘pena de muerte’ en cárceles estadounidenses, quien empieza a desplegar una estrategia de presión… desesperada si usted gusta…. Pero, al final, estrategia inteligente y articulada en el marco de la lógica procedimental.
Zambada le apuesta en su carta, con un estilo de redacción jurídica ciertamente efectiva, a la naturaleza de su ingreso a territorio estadounidense, a todas luces ilegal … y a aquel pasado donde el cumplimiento y observancia estricta a las reglas del procedimiento judicial en materia penal era respetado por los administradores de la justicia, tanto en México, como en los Estados Unidos de América. La ley es -o era- muy clara; si un individuo -ciudadano americano o no- era trasladado o ingresaba por sus propios medios, a territorio estadounidense, en circunstancias de ilegalidad, no podría ponerse a disposición inmediata ante órgano jurisdiccional americano, pues se habrían violentado los derechos más elementales consagrados por la propia Carta de los Derechos y Deberes Fundamentales del Hombre.
Por eso desde el fin de semana El Mayo emplaza en su carta… y amenaza, entre líneas… “Se debe intervenir (y repatriarme) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral”.
Y… “¡Aléguele al ampáyer!” … Zambada García tiene desde luego el derecho como ciudadano mexicano… y universal, de que su caso sea revisado…. Es el “primer indocumentado” … el ilegal de “mayor político y social “en territorio estadounidense…. La situación aquí es la forma en que emplaza …. Y exige que debería ser… ¡Repatriado!... como ha sucedido ya con varios millares de ciudadanos mexicanos, centro y sudamericanos, desde que entró en vigor la nueva política antiinmigrante de la administración de Donald Trump, hace poco más de un mes.
Y es que ciertamente no obró en su contra ejecución alguna de tratado de extradición internacional en este caso y previamente, ninguna autoridad mexicana le ejecutó orden de aprehensión o presentación por delito alguno, ni del orden común ni del orden federal, para el caso de la jurisdicción nacional.
Mientras que el actual presidente de los Estados Unidos llega imbuido de la filosofía imperante en el mundo actual, que reniega y hasta combate cualquier forma de regla que dé orden y sentido al mundo… sobre todo al mundo de las leyes y el lenguaje jurídico… increíble pero así es.
Además, el enorme y eficiente gabinete legal de la Casa Blanca, ya detectó jurisprudencia en la legislación estadounidense, a favor de lo que pretenden eventualmente Donald Trump y el Gobierno de los Estados Unidos: dejar a El Mayo” de una buena vez instalado en alguna cárcel estadounidense, una vez desahogado el juicio que le espera donde se le imputan numerosos y muy graves cargos contra el interés del vecino país del norte, todos los cuales giran en torno a la conspiración y el contrabando de estupefacientes a gran escala.
Para Trump y los que piensan como él, las leyes que valen o están vigentes, son las suyas… por si le suena conocida esta postura (“A mí no me vengan con que la ley es la ley”).
Y es entonces donde la participación de Claudia Sheinbaum como estadista emerge como sensata y valiente…. Hay que decirlo con todas sus letras.
Ella juega el papel que le ha tocado jugar… ni más ni menos.
Con todo y que, en este juego, haya tenido que disponer de los servicios de su correligionario, el taimado Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, para reunir con engaños en Culiacán, a Zambada, “El Chapito” y el exdiputado federal electo, Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Ante todo, la presidenta Sheinbaum ha sido ecuánime y firme en sus posturas durante los últimos días, sobre todo a partir de esta especie de emplazamiento que hizo un desesperado Mayo Zambada…
Ha sido incluso inteligente, anteponiendo respuestas de estadista, ante una crisis que ciertamente amenaza al Estado Mexicano: Propone reformas constitucionales a los artículos 19 y 40, para llevar al terreno de la certidumbre jurídica a la defensa de la soberanía, ante los eventuales servicios de sobrevuelo de espionaje y de operativos quirúrgicos para entrar y detener a probables delincuentes y “terroristas globales” nombrados por el criterio del Gobierno estadounidense, al territorio nacional mexicano.
Al final, prevalece el interés nacional… el interés del Estado Mexicano…. Eso está bien.
No obstante, por salud del sistema de partidos políticos y de las instituciones en general, debe aclararse cuál es la cercanía del abogado que representa a El Mayo Zambada en su juicio, pues han circulado a lo largo de este lunes 24 de febrero, publicados en redes sociales que vinculan al abogado Juan Pablo Penilla Rodríguez, con los partidos Morena y Acción Nacional; debido a que la iniciativa de ambos fue determinante para que este abogado defensor fuera galardonado en una de esas ceremonias, como “Embajador de México ante el mundo”, a instancias del PAN y, aunque se advierte que este es un nombramiento honorífico… pues precisamente lleva implícito el atributo del honor que resulta cuestionable por razones más que obvias.
Ahora bien, ciertamente circulan fotos con la presidenta Sheinbaum. En este caso hay que ser objetivas en el juicio… una persona que logra llegar a la Primera Magistratura del país, es alguien que está por mucho, más allá de la sospecha de una simple fotografía, pues en campaña, la foto no se le niega a nadie… Y el candidato no va a andar preguntando a qué te dedicas o cómo te llamas, para acceder a tomarse la fotografía.
Se antoja difícil entonces, que el compatriota Ismael Zambada García, sea obsequiado en sus peticiones formales al Gobierno de México e, indirectamente, al Gobierno de los Estados Unidos, de ser automáticamente “repatriado” y juzgado en México… por esa especie de amenaza de caos que desliza en calidad de condicionante de paz para nuestro país y la relación con Estados Unidos… pero, sobre todo, por lo ya expuesto en el cuerpo del presente texto: Los reflectores de la opinión mundial ya están sobre él, como figura histórica y prominente de esta industria ilegal, que bien valdría la pena que se empezara a regularizar fiscalmente en todo el mundo.
Héctor Calderón Hallal en X: @CalderonHallal1
fixiflaux99@gmail.com;
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