Mientras que los “evangelistas” y personas que se han enriquecido enormemente con las criptomonedas como Bitcoin, Ethereum y muchas más (incluyendo las denominadas “shitcoins” o “memecoins”) siguen promoviendo la adopción de esta nueva tecnología a modo de una “reserva de valor” o “una cura para la inflación”, la caída súbita y casi instantánea de un 20% en el valor de BTC nos demuestra los límites que aún existen en el uso y adopción de estos productos digitales.
Los fanáticos de las criptomonedas, por supuesto, señalarán que “hay que comprar la caída” (buy the dip) y “MANTENER” (hold) las monedas. Incluso, actores nacionales como el autoproclamado “dictador” de El Salvador, Nayib Bukele, informó que compró más monedas cómo reserva para su país este viernes.
En un contexto cuando el ex CEO y fundador de Twitter, Jack Dorsey, abandonó la red social que fundó hace 15 años para volcarse a Square, ahora renombrada “Block” en honor a la “Blockchain”, tecnología base de las criptomonedas, hay que seguir a la expectativa de cuántos de los sueños del posiblemente inexistente creador de Bitcoin, Satoshi Nakamoto, terminan por volverse realidad, y qué termina por ser absorbido dentro de la tambaleante pero aún maleable fábrica del capitalismo.