Después de los problemas en torno a la selección que representaría al equipo mexicano de ciclismo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la UCI limitó los derechos de la Federación Mexicana de Ciclismo, dejando a la Conade a cargo. Las tareas de la Conade eran fáciles y directas: convocar a elecciones para cambiar a nuestros federativos y estar a cargo de las inscripciones de nuestros ciclistas hasta que estuviera todo en orden.
Las nuevas elecciones se llevaron a cabo, como lo mencionamos anteriormente en este periódico, pero no cumplieron con los requisitos de la UCI, lo que generó más problemas. En estos momentos la FMC no es reconocida ni por la UCI ni por el Comité Olímpico Mexicano. Sin embargo, Conade se niega a convocar nuevas elecciones.
La reacción de la UCI fue quitarle la autoridad a Conade para entregársela al COM. De esta manera el Comité Olímpico ahora tiene en sus manos el “data ride” que les permite inscribir a los ciclistas nacionales en eventos UCI. Algo que es de suma importancia en estos momentos, cuando las plazas para los Juegos de París 2024 están en juego.
Afortunadamente las inscripciones para la primera y segunda Copas de Naciones de la UCI en Jakarta y el Cairo ya estaban hechas y nuestra selección ha salido el viernes por la noche para representarnos el próximo 23-26 de febrero (Jakarta) y del 14 al 17 (Cairo). Pero ¿podrán inscribirse para la última Copa? Conade se niega a brindar apoyo económico a los ciclistas hasta que el COM no les de acceso al “data ride” y esta historia parece cada vez más una telenovela.
Lo que el ciclismo mexicano necesita urgentemente es que el COM se mueva, no es posible que por los berrinches de ciertas organizaciones sufran nuestros ciclistas. Esta es posiblemente la generación más talentosa que hemos tenido en la historia, con nuestras excelentes velocistas y el talento emergente de las categorías juveniles. Pero en vez de agobiarles con drama, deberíamos apoyarles para que cumplan sus objetivos.
No es un secreto que el ciclismo está sufriendo a nivel nacional, dos grandes ciudades corren el peligro de quedarse sin velódromos. Curiosamente, estas son dos de las ciudades que más ciclistas talentosos producen año con año.
A pesar de haber levantado firmas para tratar de salvar la pista de Chihuahua, no hubo sensibilidad en el gobierno entrante que preside la panista María Eugenia Campos y el ciclismo recibió una estocada. Las nuevas generaciones de chihuahuenses que aspiren al ciclismo tendrán que emigrar a otras entidades o competir en desventaja.
Mientras tanto, en Nuevo León, el Velódromo Radamés Treviño también está en la mira de ser destruido. ¿La razón? Construir un estadio de futbol americano infantil. El gobernador Samuel García y su fanatismo por el equipo Tigres de futbol amenazan con terminar con los sueños de muchos ciclistas para cumplir un capricho, perdón: una promesa de campaña.
Lo que el gobernador no sabe, o no le han dicho, es que el ciclismo del estado es líder a nivel nacional y con esa chiflazon le va a entregar a Baja California Sur, o a Jalisco el liderazgo en la especialidad de ciclismo. Aunque promete construir una nueva pista, el tiempo que se pierda al derrumbar y reconstruir un nuevo velódromo aniquilará las esperanzas de cientos de jóvenes ciclistas del estado en los próximos años.
Es increíble que con el talento que tenemos a nivel nacional, con ciclistas como Jessica Salazar, Daniela Gaxiola, Ignacio Prado, Sofía Arreola, Yareli Acevedo y Yuli Verdugo, por nombrar algunas, no hayamos podido replicar el éxito Olímpico que obtuvieron Manuel Youshimatz y Belem Guerrero. Tenemos talento de sobra, lo que les falta a todos es el apoyo constante que no les hemos podido brindar.