(Vale la pena reproducir la carta que el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, envió a un miserable senador del vecino país, John Kennedy, que dede luego no pertenece a la prestigiada familia Kennedy de Massachusetts. Lo único que podría criticar al texto de Moctezuma es considerar ‘honorable’ a ese político estadounidense que no merece ningún respeto. Más que ‘honorable’ el tal Kennedy es un ser tan ruin como despreciable. Así que edito la carta del embajador mexicano y cambio la primera palabra de la misma. Enseguida un texto digno de aplauso).
Despreciable senador John Kennedy:
Durante la audiencia del subcomité del Senado, celebrada el pasado diez de mayo, usted afirmó: “Sin los estadounidenses, México, figurativamente hablando, estaría comiendo de una lata alimento para gatos y viviendo bajo lonas en un traspatio”.
Al escucharlo, mi reacción inicial fue la de responderle en un tono igual de bajo, desinformado y arrogante, como el que usted empleó, pero siempre es mejor utilizar el cerebro en vez de las entrañas y recordé la vibrante relación que existe entre México y Estados Unidos: recordé a los 33 millones de turistas
estadounidenses que el año pasado visitaron México deseosos de conocer más sobre nuestra cultura; a los 800 mil millones de dólares de comercio entre nuestros dos países; a la deliciosa comida mexicana que consumen la mayoría de los estadounidenses en miles de restaurantes, siempre llenos. Recordé que la mayoría de los estadounidenses son amigos de México y que dos millones de estadunidenses, de hecho, viven en México.
Para sacarlo de su ignorancia, Luisiana vendió a México 40 mil millones de dólares el año pasado, y le compró a México 15 mil millones de dólares, con una balanza superavitaria en favor de Luisiana, por 25 mil millones de dólares. Y los empleos en Luisiana generados por todo este comercio, sostienen a 70 mil familias d ese gran estado.
No creo que la gente de Luisiana se sienta representada en las palabras vulgares y racistas que usted empleó.
Usted está obligado a ofrecerle una disculpa a sus propios ciudadanos, porque lo que usted afirmó no es digno del estado de Luisiana, conocido por ser un crisol de culturas.
Por el nivel moral expresado en sus palabras, nosotros no esperamos reconsideración de su parte.
Sin embargo, hablando de las personas que sí “viven bajo una lona en el traspatio” en Luisiana, usted les debe una disculpa, ya que no viven así porque lo hayan deseado, sino por problemas sociales, económicos, de salud, que merecen ser considerados. A eso debería estarse dedicando un senador.
No obstante, en México decidimos quedarnos con la imagen de una Luisiana admirada en el mundo, precisamente por su convivencia en la diversidad, que solo se logra con generosidad, inclusión y corazón.
Cuando en México se conocieron sus insultos racistas y xenofóbicos, la gente se preguntó, ¿cómo puede un Kennedy decir eso? ya que la imagen del presidente John F. Kennedy, es un faro que alumbra el camino de la libertad, democracia e inclusión. Refleja lo mejor de Estados Unidos y su ejemplo sigue educando a millones de personas en todo el mundo en valores universales.
Pero, no se tardó en conocer en México que John Neely Kennedy no es de la familia Kennedy de Massachusetts.
Señor senador, no es a través de ofensas y amenazas que se puede lograr una colaboración constructiva entre naciones aliadas como EUA y México.
Le reitero mi disposición para dialogar de manera objetiva y respetuosa sobre el tráfico de drogas y de armas, entre otros retos que nuestras naciones deben enfrentar en conjunto.
México está cooperando y está dispuesto a cooperar siempre con Estados Unidos, nuestro vecino, amigo y aliado, pero también siempre, en un plano de dignidad, soberanía y veracidad.
Atentamente,
Esteban Moctezuma, embajador