Antes de comentar el tristísimo texto de desamor que ha publicado la columnista Guadalupe Loaeza en Reforma, conviene dar una explicación o definición.

¿Qué es el desamor?

En una página de internet del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN encontré el texto “Una noción romántica con base científica explicando el desamor”, escrito por la periodista Salma Rivera con la asesoría del doctor en fisiología José Alonso Fernández Guasti, del Cinvestav Sede Sur. Enseguida sus conclusiones principales:

  • “Cuando el desamor toca a la puerta”... aparece la depresión.
  • “Cuando alguien está bajo los efectos del amor, pasa por una situación de euforia que altera su sistema nervioso central cerebral al aumentar los niveles de dopamina”.
  • “El enamoramiento es una sensación retribuyente..., causa placer mediado por un sistema de recompensa a nivel cerebral”.
  • El amor es una droga.
  • “El enamoramiento es un proceso bioquímico”. Empieza en la corteza cerebral, pasa al sistema límbico “para llegar a su cumbre en el sistema endocrino”.
  • “El desamor también desencadena reacciones bioquímicas a nivel cerebral”. En la amígdala cerebral ocurren cambios importantes después del rompimiento amoroso. Esta área se llama “cerebro emocional”, porque ahí se generan “el miedo, la angustia, el cariño, la alegría y la excitación”.
  • Con resonancia magnética se ha comprobado que el desamor estimula “la corteza cingulada anterior del cerebro, encargada de activar el dolor físico”.
  • En el desamor “existe un comportamiento similar al que genera un dolor de alta intensidad, como romperse una pierna”.
  • El rompimiento amoroso produce “cambios endocrinos como la liberación de cortisol, la hormona del estrés que, al mantenerse elevados por varios días, puede ocasionar incrementos en la presión arterial, insomnio, gastritis, espasmos musculares y una disminución de las defensas”.
  • El desamor disminuye los niveles de dopamina, lo que provoca depresión, “desesperanza, disminución de peso, trastornos de sueño y dolores físicos”.
  • El desamor además de afectar al cerebro, puede romper el corazón, “no solo en el sentido figurado”.
  • El desamor genera “la miocardiopatía de Takotsubo, una lesión transitoria del músculo del corazón que puede presentarse en personas saludables después de una exposición a una situación de intenso estrés”.
  • El desamor muy intenso puede causar la muerte.
  • “Así que cuando termines una relación y sientas cómo te rompieron el corazón, no estás exagerando; pero lo recomendable es hacer ejercicio, salir con amigos y aprender cosas nuevas, pues eso genera endorfinas, lo que ayuda al cerebro a estabilizarse”.

Guadalupe Loaeza está triste, mucho muy triste porque la candidata X nomás no

La colaboradora de Reforma ha dicho que ya casi no ama a Xóchitl Gálvez, lo que es un eufemismo. Significa en realidad que está absolutamente decepcionada de la candidata presidencial de la alianza PRI, PAN, PRD. Cito algunas expresiones de su artículo de este martes 2 de enero en Reforma:

  • Le ha escrito a Xóchitl para decirle, “de todo corazón”, que su campaña está “muy lejos de las expectativas”.
  • Doña Guadalupe menciona como causa inicial de su desamor a las encuestas, todas, que favorecen con amplísimos márgenes a Claudia Sheinbaum: “Por más que estén amañadas, la diferencia es enorme”.
  • “Esto (las encuestas) me deprime, Xóchitl, me siento perdedora e ingenua”.
  • “¡Qué decepción y qué frustración!”.
  • “¿Qué sucede, por qué ya no me inspiras como candidata vencedora?”.
  • “Mis amigas y conocidas, que odian y desprecian al régimen actual, están igualmente ‘encabronadas’ porque ya no ven la luz al final del túnel”.
  • “Tu campaña es totalmente gris, sin creatividad, ni chiste”.
  • “Tus atuendos ya no son tan bonitos y atractivos como los de antes”.
  • Loaeza ve el pelo de Xóchitl “plano y oscuro”.
  • “Tu carisma, que era tu principal atractivo, ya no tiene frescura”.
  • “Por favor cambia de asesores, Xóchitl”.
  • “¿Sabes que Santiago Creel no te conviene como responsable de la campaña? No es muy inteligente y es de mala suerte”.
  • “Xóchitl, ¿por qué diablos cambiaste tanto de personalidad? De graciosa, ahora te ves aburrida y frustrada”.
  • “Comienzo el año deprimida porque mi candidata ya no es lo que era”.
  • Firma la carta una —una de tantas, sin duda— “casi exlover de Xóchitl, Guadalupe Loaeza”.

Para evitar el suicidio en casos de desamor, el Cinvestav recomienda “hacer ejercicio, salir con amigos y aprender cosas nuevas”.

Leí por ahí que Aristóteles o Cicerón recomendaban en estos casos algo que quién sabe si sea más eficaz, la famosa técnica del clavo: “Un nuevo amor saca al viejo amor, como un clavo a otro”.

Si es inteligente, para no suicidarse doña Guadalupe Loaeza cambiará de candidata. No la decepcionará Claudia Sheinbaum, una mujer inteligente que sabe lo que debe hacer en campaña y no se equivoca.