“Como regla general -dijo Sherlock Holmes-, cuánto más extravagante resulta un caso, menos misterioso suele resultar”
Arthur Conan Doyle
Sería interesante investigar cuánto dinero ganó Alexander Graham Bell y su empresa por haberse quedado con la exclusividad de la invención del teléfono durante 143 años, hasta que el Congreso de los Estados Unidos reconoció que el verdadero inventor del teléfono fue Antonio Meucci en el año 2002, porque algo similar está sucediendo con la empresa que vendió las soluciones de nutrición que estaban contaminadas con la bacteria Klebsiella oxytoca, ya que si pierden la venta de dichas soluciones por dicha controversia, obviamente que otra empresa de soluciones se quedaría con el negocio.
Presento en el presente ensayo una teoría conspiracional muy al estilo de Arthur Conan Doyle, el autor de los libros sobre el detective Sherlock Holmes y su ayudante Watson, quien casualmente era médico inglés, sin afán de realizar ni siquiera un análisis, repito, es una teoría.
Parea empezar, la bacteria en cuestión llamada Klebsiella oxyrtoca, no solo causa infecciones en seres humanos, también se encuentra en la naturaleza, y puede crecer en charcos, en el mismo suelo de tierra, y en vegetales y frutos ya pasados o en proceso de putrefacción, por lo que su obtención no resulta complicada, y si es así, si pudiera existir la posibilidad, novelesca por ahora, que algunas personas con mala intención hayan contaminado agujas de jeringas con estos elementos de la naturaleza para introducirlos a las soluciones en cuestión antes de ser aplicadas a los pacientes que muy desafortunadamente se vieron afectados por esta tragedia tan difundida a nivel nacional, al parecer en 8 hospitales diferentes de México.
Para terminar, sí sería interesante valorar el porqué de dicho acto humano malintencionado que el mismo Sherlock Holmes hubiera pensado, simplemente porque las ganancias económicas por la venta de soluciones para nutrición parenteral como las contaminadas son muy altas, igual que lo fueron en su momento para el teléfono, que ahora Apple gracias a él es una empresa trillonaria.
Nota histórica agregada: fueron tan importantes las aportaciones del doctor Arthur Conan Doyle, que la corona inglesa le otorgó el título de “Caballero” (Sir), y su epitafio es uno de los más relevantes que existen.