En el futbol y en la política la gente sigue con las bases de hace años. Basta ver como Estados Unidos tiene dos octogenarios compitiendo para la presidencial y como en las selecciones de América siguen sin poder sustituir a las viejas glorias.

En Estados Unidos tenemos a Trump esquivando balas, en la final de la Copa América tenemos a Messi, Di María y James Rodríguez siendo pilares de su selección. Es más, hasta en la música sigue siendo la responsable como lo ha sido desde el Waka Waka del mundial de Sudáfrica.

Muchos seguidores de Argentina sufrieron enormemente cuando vieron que Messi salía lesionado del campo entre un mar de lágrimas. El rostro de Messi fue el rostro de muchos argentinos, aunque no había hecho mucho en el juego.

Di María cargo con el equipo después de que salió Messi y, a mi parecer, fue el más peligroso de la cancha. Puso tres centros al área que debieron de haber sido gol, pero no lo fueron.

La gente del cambio generacional, al menos de nombres, apareció en los tiempos extras. Ayala roba el balón, se lo da a Lo Celso que se lo deja a Lautaro que vence al portero colombiano del Atlas de Guadalajara, Camilo Vargas al 112.

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La jugada sin Messi, Di María y otros clásicos de Argentina da un pequeño preámbulo de lo que será la albiceleste después del Mundial de Norte América. ¿Será ese el cambio generacional? Quién sabe.

A los que le fue mal fue a los organizadores, que desmadre hubo en Miami. El colmo fue ver a gente metiéndose por los ductos del estadio. ¿A dónde pensaban llegar? Le echan la culpa a la Conmebol, pero la verdad la bronca es total de los administradores del estadio de Miami. No paso en Chile, no paso en Brasil, es más, este desmadre no pasó ni en Venezuela. Mucho tiene que trabajar en Estados Unidos en este tipo de eventos pues lo de la final fue lamentable. Lo bueno es que no nos enteramos de alguna desgracia, a menos que haya sido muy bien ocultada.

Argentina digno campeón en un juego muy cerrado, sin cambio generacional y con mucha necesidad de ese Messi en su prime, porque no hizo mucho en su participación de hoy.

El partido estuvo más inflado que el tobillo de Messi pues el de la Euro fue el partido que sí fue espectacular con el cambio generacional presente con la presencia de Nico Williams y Lamine Yamal. Veremos si estos y otros más son determinantes porque acá en América todavía dependemos del GOAT a la moda de los candidatos al presidencia de los Estados Unidos, puro viejito.

¡Ánimo!