La corte ubicada en La Haya, Holanda, abandonó su costumbre de únicamente enjuiciar dictadores y militares africanos y ahora va contra un mandatario democráticamente electo, Vladimir Putin, emitiendo una orden de aprehensión en su contra por presuntos crímenes de guerra.
El “crimen de guerra” en cuestión es la evacuación de varios niños étnicamente rusos de la zona del Donbas, región que lleva cerca de una década siendo bombardeada con armas estadounidenses y europeas. El mundo al revés.
Lo interesante en este caso es que no es necesario defender a Putin para señalar la hipocresía de esta corte. Si hablamos de “Crímenes de Guerra”, luego entonces, George W. Bush y todos sus esbirros (sin revisar Google puedo mencionar a Dick Cheney, Condoleeza Rice, Colin Powell y al fenecido Donald Rumsfeld quién, si existiera verdadera justicia en este mundo, debería ser enjuiciado en esfinge) por la ilegal invasión de Irak y Afganistán.
Y que decir de todos los personajes que apoyaron esta invasión, como Tony Blair del Reino Unido y el entonces presidente de España José María Aznar, entre muchísimos otros.
Si nos vamos más atrás, debería enjuiciarse también a Bill Clinton por los bombardeos en la ex-Yugoslavia, al vergonzoso premio Nobel de la Paz, Barack Obama, por su guerra de drones y la expulsión masiva de migrantes mexicanos de EU; así cómo Donald Trump, por, entre otras cosas, ordenar el asesinato de un alto funcionario del gobierno Iraní, Qasem Soleimani.
Por último, el propio espurio y genocida Felipe Calderón, actualmente ¿prófugo? ¿exiliado? en España, cuenta con una acusación en la propia Corte Penal Internacional, por sus crímenes de lesa humanidad durante su fallida “guerra contra el narco”, que arrojó un saldo de (al menos) medio millón de muertos y desaparecidos.
La imagen de Putin en occidente no puede estar en un punto más bajo luego de más de una década de demonización en medios liberales de occidente. Pero, al menos, en esta ocasión, puede sonreír sabiendo que la hipócrita orden de arresto emitida en La Haya le hará lo que el viento a Juárez.