Pues bien. El señor Héctor Suárez Gomís ya salió e hizo ronda de entrevistas televisivas para justificar su agresión al periodista sonorense Vicente Serrano.
Parece que Suárez Gomís, cuyos antecedentes de agresión a comunicadores ya están bien documentados en programas noticiosos y de espectáculos, no tiene buenos abogados que lo asesoren. En vez de mantener un perfil bajo e intentar mediar con el titular del noticiero Sin Censura, sigue hundiéndose apareciendo en programas de radio y en “spaces” de Twitter.
La “defensa” de Gomís se reduce a “me dijo cosas feas en Twitter” y cree que eso justifica la agresión en donde terminó por arrebatar y quebrar los lentes del periodista. Sin embargo, en poco puede justificar esto la violencia del pseudocomediante.
Al contrario, en un país en donde los periodistas están en peligro, como es el nuestro, no se deben empoderar a energúmenos como el “junior”, ni a ningún otro, que crea que alguna agresión física de cualquier tipo está justificada.
Esperemos de Suárez Gomís al menos que se repare el daño y una disculpa pública. Y de algunos medios que han cubierto la nota desde una perspectiva amarillista, que al menos tengan un poco de ética en su trabajo, aunque aparentemente sea mucho pedir.