En el futbol aun con VAR hay jugadas bastante complicadas de juzgar. En lo de la violencia política en razón de género es un escenario mucho más complejo pues tiene que entrar una variable cualitativa no clara para determinar si hubo falta o no.

En términos más mundanos, qué complicado es decidir cuando sí es violencia o no es violencia. También cuando la agresión del mismo tamaño la hace la mujer, que vale y que no vale.

Tomemos los comentarios de la excandidata por MC a la alcaldía de Monterrey, Mariana Rodríguez, y veámoslos con el enfoque de violencia de genero. Que hubiera pasado si cualquiera de sus contrincantes hubiera puesto “Doble perdedora”, “solo son mujeres”, o el más reciente “jajajajaj” a alguno de sus comentarios. Yo vería, con razón, a los abogados de MC lanzando demandas por violencia política porque Rodríguez es mujer y bueno tendrían razón. Pero como se vale para un lado y no se vale para el otro, eso es lo que más ruido me hace.

También esta lo que hizo Pedro Garza, diputado federal, que ganó en las tribunas a la candidata de MC Laura Paula López. Después de discutir en un debate, Garza se calentó y se levantó a reclamarle a la excandidata. ¿Hasta dónde es contestarle algo que cae dentro violencia de genero? Si le hubiera dicho exactamente lo mismo desde su lugar hubiera sido o no violencia de genero. Gritar no esta bien, sean o no de diferentes géneros.

Tenemos en SDPnoticias expertas sobre el tema de Violencia de Genero que creo que lo sabrían explicar mejor. Este tema lo sabe a la perfección Frida Gómez y creo que ella sería la persona adecuada para contestar más claramente sobre este tema. La violencia política en razón de genero tiene alguna frontera o le da puerta abierta para acusar sobre cualquier cosa a las demandantes.

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Admiro a los candidatos electos y excandidatos que respetaron a las mujeres que se lanzaron como candidatas. Admiro a las candidatas que no buscaron aprovecharse de la ventana que les pudo haber dado lo de la violencia política para hacer reclamos que atrasen más los resultados.

Esperemos que en las próximas elecciones se tengan reglas más claras sobre la violencia de genero y cómo funciona esto cuando son dos personas del mismo género diciéndose cosas no tan amables.

Aprovecho para comentar sobre una columna que leí del columnista Eloy Garza, la reunión de los excandidatos y el candidato electo a la alcaldía de Monterrey no fue una conclave misógina, fueron las personas que aceptaron la victoria de De la Garza y están dispuestos a trabajar a favor de la gente. No fueron dos excandidatos pues no aceptaron la victoria de Adrián, no hay que torcerle tanto el rabo al puerquito.

¡Ánimo!